Categorías: Mundo Académico

Ucrania, un año agredida

Por Samuel Fernández Illanes.- No hay nada que conmemorar en la agresión rusa a Ucrania. Vladimir Putin, el causante, ha culpado a Occidente falseando los hechos de una invasión militar premeditada e infructuosa. Las guerras siempre pretenden victorias, prestigio, poder, territorios y apoyo internacional, entre sus objetivos. Rusia no ha logrado ninguno, aunque sea una gran potencia militar. No ha podido ocupar Ucrania, sólo porciones territoriales devastadas, en avances y retrocesos indeterminados. Carece de apoyos, salvo de incondicionales, y perdido su prestigio como interlocutor confiable. Putin y sus militares tienen atado su destino a esta aventura bélica como responsables y arriesgan acusaciones de crímenes de lesa humanidad contra civiles. Aumentan las sanciones económicas y financieras de la comunidad de naciones, el país se empobrece y su población se resiente, aunque controle toda oposición. Tampoco hay transparencia sobre sus capacidades bélicas, ni sobre fallecidos o heridos en acción. Combaten por amenazas inventadas de ucranianos “nazis” que ponen en riesgo la seguridad de la Federación Rusa, como la de Bielorrusia, por un deber patriótico forzado.

Pese a ser Rusia uno de los Miembros Permanentes del Consejo de Seguridad e impedido todo acuerdo vinculante, la Asamblea General de la ONU ha vuelto a condenarla hace dos días por mayoría abrumadora, como en ocasiones anteriores, reiterando su aislamiento y condena internacional como pocas veces en el organismo. No hay señales de que esto varíe mientras no se intente alguna solución pacífica, por ahora, impracticable ante su negativa.

Al contrario, el incremento de los combates y de las armas involucradas, las reiteradas alusiones retóricas a su poderío nuclear, como las amenazas a otros países vecinos, podrían provocar por error o premeditación, una confrontación de mayores y letales alcances. Una situación que al empeorar, como en el año transcurrido, conlleva un escalamiento sumamente riesgoso, y desatar una guerra de impredecibles consecuencias, muy difícil de contener.

Samuel Fernández Illanes es académico de la Facultad de Derecho, UCEN

Alvaro Medina

Entradas recientes

Curiosidades de la Historia: la Controversia de Valladolid

Una nueva entrega de Curiosidades de la Historia nos cuenta un momento del siglo XVI…

3 días hace

La decepción de la izquierda con Boric

Miguel Mendoza repasa los incumplimientos del presidente Boric con su propio sector, y cómo esa…

3 días hace

Periodismo GPT: el reto de comunicar en la revolución de la IA

Más allá de todas las oportunidades que presentan las herramientas de IA, un periodista debe…

3 días hace

El desprecio al Matapacos y el cambio de discurso: quema lo que adoraste y adora lo que quemaste

Hugo Cox reflexiona sobre el cambio de discurso que provocó una crisis de gobierno, sus…

5 días hace

La confusa unidad de cierta izquierda

La izquierda chilena necesita construir otra forma de unidad, distinta al izquierdismo ultrista de moda,…

6 días hace

Alberto Lecchi: “’Caminemos Valentina’ es una historia de amor”

El director y productor argentino conversó con ElPensador.io y relató los avatares tras la película…

6 días hace