El Pensador
  • Inicio
  • Opinión
  • Actualidad
  • Cultura(s)
  • Mundo Académico
  • Línea Editorial
    • Suscríbete a ElPensador.io
    • Comunícate con nosotros
  • LEX | Avisos Legales de ElPensador.io
  • Librería ElPensador.io
Lectura: Volatilidad de la opinión pública
Compartir
Cambiar tamaño de fuenteAa
El PensadorEl Pensador
  • Inicio
  • Opinión
  • Actualidad
  • Cultura(s)
  • Mundo Académico
  • Línea Editorial
  • LEX | Avisos Legales de ElPensador.io
  • Librería ElPensador.io
  • Inicio
  • Opinión
  • Actualidad
  • Cultura(s)
  • Mundo Académico
  • Línea Editorial
    • Suscríbete a ElPensador.io
    • Comunícate con nosotros
  • LEX | Avisos Legales de ElPensador.io
  • Librería ElPensador.io
Síganos
El Pensador > Blog > Mundo Académico > Volatilidad de la opinión pública
Mundo Académico

Volatilidad de la opinión pública

Última actualización: 25 julio, 2022 2:32 pm
2 minutos de lectura
Compartir
Compartir

Por Luis Oro Tapia.- Iván Zamorano dijo, en junio de 2004, que no entendía por qué este país destruía a sus ídolos. Recordé la frase de Zamorano a raíz de una columna de Daniel Matamala y otra de Rafael Gumucio. Ambos columnistas tratan con desdén o por lo menos con desdoro a Elisa Loncón.

Hace exactamente un año atrás ello era inconcebible. Y si algo así hubiese ocurrido, los autores de las aludidas columnas hubiesen sido “funados” o, como mínimo, severamente reprendidos por tratar con desenfado a una mujer que es, además, representante de un pueblo originario. Más aún: Elisa Loncón era un ícono y también (para no pocos) algo así como un ídolo en la acepción que Iván Zamorano le otorga a dicha palabra. Pero ya no lo es. Su buena estrella se extinguió de manera súbita.

El hecho de que, actualmente, Matamala y Gumucio no sean en modo alguno cuestionados por sus dichos es un indicador de cómo ha variado el registro de relaciones de poder en el transcurso de tan sólo un año. El clima político cambió. Claramente, la doctora Loncón fue despojada de los fueros con los cuales fue agraciada por la misma opinión pública que hoy inadvertidamente —y sin ningún tipo de comparsas— se los quita.

La caprichosa opinión pública ha devenido en diosa Fortuna y, como decía Nicolás Maquiavelo, ésta demuestra todo su poder donde no hay Virtud alguna. Me parece que tanto Zamorano como Maquiavelo, cada uno a su manera y con su respectivo lenguaje, brindan certeras pistas para comprender las venturas y desventuras de Elisa Loncón.

Luis Oro Tapia es académico de la Facultad de Gobierno de la Universidad Central

ETIQUETADO:funaliderazgoLoncón
Comparte este artículo
Facebook Whatsapp Whatsapp LinkedIn Reddit Telegram Threads Correo electrónico Copiar link
Compartir
Artículo anterior Tomémonos en serio la seguridad vial
Artículo siguiente Vuelos de Pipilacha

Sergio Campos: «La soberanía popular no está representada en ninguna parte»

https://youtu.be/nxK-jlYvXmQ?si=Jde4BE5WxP3HUpnu

Daniel Urbina: Guerra Comercial «es una oportunidad de oro para China»

https://youtu.be/sbyTutTRww4?si=F3UHIE35kYGynfdO

También podría gustarte

universidad
Mundo Académico

Estudiantes de primer año: un desafío para la universidad

3 minutos de lectura
Cultura(s)Mundo AcadémicoOpinión

Hablar mal

7 minutos de lectura
fascismo brasil
Mundo AcadémicoOpinión

Los caminos posibles para la izquierda brasileña

19 minutos de lectura
corazón
Mundo Académico

Corazón Activo: la ruta hacia una vida saludable

3 minutos de lectura
El Pensador
© El pensador io. Todos los derechos reservados, sitio web desarrollado por: Omninexo.
Welcome Back!

Sign in to your account

Username or Email Address
Password

¿Perdiste tu contraseña?