ElPensador.io.- El gobierno, a través del Ministerio de Salud, ingresó a la Cámara de Diputados un proyecto que amplía los cuidados paliativos para pacientes con enfermedades graves o terminales a aquellos con padecimientos no oncológicos.
Así, extendería el beneficio que existe actualmente y que solo beneficia a pacientes con cáncer.
Esto, justo el día en que se retomaba la votación en particular del proyecto que legaliza y regula la eutanasia, en la Comisión de Salud de la Cámara Baja.
No obstante, el proyecto -que se titula “sobre el reconocimiento y protección de los derechos de las personas con enfermedades terminales y el buen morir”- no contempla financiamiento, no especifica las enfermedades que entrarían en la cobertura ni determina el grado de apoyo al cuidado paliativo.
Esto último es decisivo, pues incluso si se consiguiera asignar presupuesto, no queda asignado el tipo ni la frecuencia de las prestaciones para los cuidados paliativos a los pacientes con enfermedades terminales.
Pero además, se nota con claridad que la presentación del proyecto se inserta en una estrategia legislativa orientada a ahogar al proyecto de eutanasia que ayer continuó su votación en particular en la Comisión de la Salud de la Cámara de Diputados. “En ningún caso los tratamientos administrados en el contexto de los cuidados paliativos o el rechazo a dichos tratamientos podrán tener por objeto la aceleración artificial de la muerte, la realización de prácticas eutanásicas o el ensañamiento terapéutico”, señala.
La iniciativa deja en el limbo la forma de aplicación, señalando que el Ministerio de Salud dictará reglamentos para su forma de ejecución, tanto en lo que se refiere al seguimiento clínico como a la farmacología. Sin embargo, los mecanismos, reglamentos para cuidados paliativos ya existen y se aplican para los enfermos de cáncer. En estos, según información de la Superintendencia de Salud, la cobertura que cubre el Estado llega apenas a un arancel mensual de $94.450, para cubrir las necesidades de un enfermo terminal.
Respecto al presupuesto, el informe del gobierno que acompañó la presentación del proyecto indica que “no arroga mayor gasto fiscal” y que “no crea nuevas funciones o prestaciones”. Peor aún se establece que no habrá gasto fiscal en el registro de los pacientes terminales porque el registro clínico de atención domiciliaria de esos enfermos no será parte del sistema integrado de información de Salud.
Pero hay una debilidad final, porque el proyecto alude a que los cuidados paliativos se otorgarán en función de la Ley de Garantías Explícitas de Salud (GES), pese a que el presupuesto de ese sistema fue congelado, impidiendo la entrada de nuevas patologías, tras la revisión cuatri anual de los expertos.
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