Por Javier Maldonado.- Las ovejas se comportan de modo muy extraño. Necesitan, escuchar y sentir, de modo imperioso, el campaneo sordo del cencerro que les va indicando el camino y la ruta, aún a campo abierto, en las praderas. Los grandes auxiliares del pastor ovejero son los perros –también llamados ovejeros-, que saben, ellos sí que saben, que las ovejas son capaces de cualquier cosa, de cualquier conducta inesperada de…