Por Anna Suárez Cespedes y Jaime Moreira Rojas.- La actual pandemia por el virus COVID-19 ha generado una grave crisis en el bienestar de la población de nuestro país, a través del aumento del desempleo (9% para trimestre móvil febrero-abril, según el INE), activación de seguros de cesantía por ley de protección del empleo, bonos de emergencia para el 40% más vulnerable de la población, cuarentenas obligatorias y medidas tardías del gobierno para ayudar a subsanar el impacto de la pandemia, lo que ha generado problemas financieros a las familias debido a dificultades de pagos para servicios básicos y otros con variaciones en su presupuesto.
En este contexto, la banca ha presentado propuestas para sus clientes en los diferentes productos que actualmente tienen con ellos, tales como créditos de consumo y créditos hipotecarios. Las propuestas de las distintas instituciones son que las personas obtengan crédito complementario, refinanciamiento de la deuda o postergación de cuotas o dividendos, con términos y condiciones diferentes en cada banco (tasa de interés, plazo de pago, etc.). Ahora, siempre hay que considerar la concentración de la banca (cantidad de clientes con cuentas corrientes), entre ellos están: Banco de Chile, Banco Santander y BCI, que concentran el 68% del mercado.
Si analizamos no sólo las propuestas realizadas por la banca para “ayudar” a los clientes, sino también las tasas de aprobación para ver la realidad actual de cuántos están siendo realmente beneficiados, nos encontramos con el siguiente detalle obtenido de la CMF (Comisión del Mercado Financiero): en el concepto de crédito de consumo, el promedio de aprobación es de 8,8% del total de solicitudes, es decir, alrededor de 1 de cada 10 clientes está obteniendo una respuesta positiva a sus requerimientos. El Banco de Chile se destaca sobre el promedio teniendo 2 aprobaciones por cada 10 clientes.
En el caso de los créditos hipotecarios el promedio de aprobación es de 29,2%, es decir 3 de cada 10 clientes obtienen respuestas a sus solicitudes de forma positiva. Los 3 bancos que tienen la mayor cantidad de clientes (68%) tienen una tasa mayor al promedio con un 41%.
Los créditos hipotecarios tienen mayor tasa de aprobación, pero sólo representan el 10,3% de la cartera, en cambio los créditos de consumo el 89,7%. Es decir, el mayor porcentaje de aprobaciones bancarias se dan en la cartera con menos clientes, poniendo énfasis en el segmento menos atractivo en el mercado bancario. Por lo tanto, las medidas para mitigar los efectos de la pandemia según la tasa de aprobación han sido insuficiente en ambos productos. Esto, sin considerar la barrera de entrada que tienen los clientes al solicitar los distintos créditos, la cual considera estar al día con los pagos, política que deja fuera a un porcentaje de la población de las medidas de protección.
Considerando la magnitud de la crisis sanitaria en Chile y el mundo, la cual está ocasionando la mayor crisis económica del siglo comparada a la gran depresión, la tasa de aprobación de los bancos es insuficiente y se pude traducir a un problema de liquidez y de flujos de pagos teniendo en cuenta que la deuda de hogares representan casi el 75% de sus ingresos y que 11,5 millones de personas están endeudadas, según el último informe de cuentas naciones por sector institucional del Banco Central.
Frente a esta crisis las soluciones privadas y estatales siguen el camino del endeudamiento, el cual puede ser un sendero peligroso, teniendo en cuenta que no ha habido una respuesta eficaz para controlar la crisis sanitaria que hoy enfrentamos. Esto representa un gran riesgo en la estabilidad financiera de las familias y del flujo de pago de nuestra economía, reforzando el camino de regreso a la pobreza.
Anna Suárez Cespedes y Jaime Moreira Rojas son economista de la USACH y de Economía al Alcance de Todos.