Por Uwe Rohwedder.- Debido a la noticia del cierre definitivo de la fundición Ventanas, ubicada en un lugar llamativo desde lo geográfico y paisajístico, el revuelo generado y posturas contrapuestas deben llevarnos a reflexionar.
Esta necesaria reflexión va en la línea de anticiparnos, quizás antes de decretar un cierre, como el inicio del punto de partida para generar proyectos y acciones concretas para que la “zona de sacrificio” deje de serlo. Lo anterior debe ir de la mano con un plan sobre el destino que se le dará a la infraestructura existente, que se irá incrementando dado que prontamente se sumarán otros edificios de termoeléctricas.
Cómo no imaginar en transformar estos edificios industriales en lugares o parques públicos con algunos equipamientos que refuerzan lo turístico que nunca ha dejado de existir en la zona. Pero en lo principal debería transformarse en un referente mundial instalando allí un moderno centro de investigación que sirva para estudiar y encontrar soluciones para descontaminar tanto suelos como océano.
Ventanas debería transformarse en la capital de la Investigación sobre temas de contaminación ambiental y restauraciones territoriales para volver a recuperar zonas devastadas por la acción inconsciente, y generar planes, pero no reguladores sino regeneradores para establecer equilibrios que devuelvan la calidad de vida y bellezas naturales que han desaparecido sistemáticamente por un desarrollo industrial en pos del progreso contemporáneo.
Parques temáticos con un memorial importante, reconectar el interior con el mar, reconstruir la actividad pesquera y finalmente quizás con urgencia aprovechar alguna de las instalaciones obsoletas y reconvertirlas en plantas desalinizadoras considerando que la zona tiene un déficit de agua muy grande. Deberíamos mirar este proceso como una oportunidad de demostrar que se puede generar el comienzo de una sanación que nos permita transitar desde una profunda depresión y daño a resurgir y pensar que nuevas generaciones, nuestros jóvenes volverán tener una visión de futuro sustentable.
Uwe Rohwedder es arquitecto y académico de la Universidad Central