Por Michael Silva.- El arquitecto chileno Gonzalo Mardones consiguió el Premio Bienal de Buenos Aires, en la categoría Equipamiento Público por su “Jardín Infantil Bambú” ubicado en la comuna de Las Condes, Santiago, una estructura elaborada completamente con pino insigne.
Entre los múltiples factores que engrandecen este proyecto está su construcción en madera. Este tipo de iniciativas está concentrada principalmente en la fabricación de casas en la zona sur de Chile y muchas veces se asocia este material a viviendas económicas y/o sociales con un bajo estar de confort, pero esta situación es radicalmente opuesta a lo que se puede ver en el extranjero, donde la madera ha sido potenciada como una solución constructiva tanto para casas y edificaciones de mediana altura (3 a 8 pisos) ocupando el desarrollo de la última tecnología en cuanto a anclajes y maderas contra lamidas (CLT) que permiten un adecuado desempeño sísmico.
Una de las grandes ventajas de la madera frente a otros materiales tradicionales como el hormigón armado, albañilería y acero, respecto de sus características térmicas, es que permite un menor gasto en calefacción, además de tener una menor huella de carbono en su ciclo de vida, generando un menor impacto en el medio ambiente. A su vez, al comparar la madera y el acero en grandes estructuras como un centro comercial o gimnasio techado, la madera tiene importantes ventajas en cuanto a luces a cubrir (distancia entre apoyos), la relación resistencia/peso propio y la resistencia al fuego cuando es ocupada en grandes secciones.
Si bien la madera tiene grandes beneficios, su desarrollo como solución constructiva para edificaciones de mediana altura en Chile ha sido limitado, principalmente, por la normativa vigente que permite una altura de edificación de máximo 6 pisos. No obstante, desde 2012 existen variadas iniciativas tanto públicas como privadas para impulsar el cambio de la normativa sísmica y su aplicación a la madera, además de generar una mayor capacitación tanto en profesionales y trabajadores del sector, respecto del diseño y construcción con este tipo de material.
Pese a las limitaciones de las edificaciones de mediana altura en madera, lo que nos muestran proyectos como el “Jardín infantil Bambú” o el edificio corporativo de CMPC (Comuna de Los Ángeles), es que, con un trabajo interdisciplinario, tanto en los equipos de diseño y construcción, se pueden obtener óptimos resultados en cuanto a funcionalidad y confort en la etapa de operación del proyecto.
Michael Silva Espinoza es académico de la carrera de Ingeniería en Construcción en la Universidad Central