Desde 1992 por medio de la proclamación de las Naciones Unidas se celebra el Día Internacional de la Discapacidad. La profesora Irene Muñoz, académica de Terapia Ocupacional Universidad Central, nos habla de esta conmemoración en su contexto nacional, destacando la importancia de avanzar en políticas públicas para este segmento de la sociedad.
Por Irene Muñoz – El 3 de diciembre de cada año, se conmemora el Día Internacional de la Discapacidad, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1992, como parte de los esfuerzos destinados a promover la igualdad y la inclusión de las personas en situación de discapacidad en todo el mundo. Esta fecha tiene como objetivo sensibilizar a la sociedad sobre los desafíos que enfrentan estas personas y, al mismo tiempo, promover su inclusión en todos los aspectos de la vida.
Hace unos días, se llevaron a cabo los Juegos Parapanamericanos Santiago 2023, un evento crucial en la promoción y defensa de los derechos de las personas con discapacidad. Estos juegos ofrecieron una plataforma única para resaltar y fomentar la inclusión de atletas con discapacidad en el ámbito deportivo y más allá. Contribuyeron a visibilizar los derechos de estas personas, proporcionando una plataforma internacional para que los y las atletas con discapacidad demostraran sus habilidades y talentos, desafiando estereotipos y promoviendo la inclusión en la sociedad.
Participar en actividades deportivas es un derecho fundamental para todas las personas, independientemente de sus habilidades. Los Juegos Parapanamericanos brindaron a los y las atletas con discapacidad la oportunidad de competir a nivel internacional en condiciones equitativas. Es esencial destacar historias de resiliencia y superación, así como cuestionar estereotipos que perpetúan visiones limitadas sobre las capacidades de las personas con discapacidad. La inclusión mediática desempeñó un papel fundamental en la construcción de una sociedad que valora y respeta la diversidad.
No obstante, a pesar de los avances en la conciencia social, aún existen barreras que limitan la plena participación de las personas en situación de discapacidad. La accesibilidad física y digital, la educación inclusiva y el acceso al empleo son áreas críticas que requieren atención continua. Es imperativo que los gobiernos, las empresas y la sociedad en su conjunto colaboren para eliminar estas barreras y garantizar la igualdad de oportunidades.
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En el ámbito laboral, persiste la discriminación, lo que limita las oportunidades de empleo para las personas en situación de discapacidad. Las empresas deben adoptar políticas inclusivas, proporcionar las adaptaciones necesarias y fomentar un entorno de trabajo que celebre la diversidad. La igualdad de oportunidades no es solo un derecho fundamental, sino también un impulso para la innovación y el crecimiento económico.
Como terapeutas ocupacionales, nos unimos en la misión de concienciar a la sociedad para promover iniciativas que garanticen el pleno ejercicio de los derechos de las personas en situación de discapacidad. Es así como este 3 de diciembre, reafirmamos nuestro compromiso con la construcción de un mundo donde todas las personas, sin importar sus habilidades, puedan participar plenamente en la sociedad. La inclusión no es solo un objetivo, sino un valor fundamental que enriquece nuestras comunidades y promueve la equidad.