ElPensador.io.- Más de cien mil animales muertos, cultivos familiares al borde de la extinción y cerca de 600.000 personas que requieren ser abastecidas de agua, y una localidad a la que se le acabó por completo: Totoralillo. La megasequía golpea con fuerza el centro de Chile tras una década de déficit de lluvias, señala un reporte internacional de France Press.
Según la información, seis de las 16 regiones sufren los efectos del déficit de precipitaciones, que en el caso de Valparaíso y Santiago llega al 77%.
Entre las regiones de Atacama (norte) y Maule (sur) se contabilizan a la fecha unos 106.000 animales muertos por falta de agua y alimentos, según el ministerio de Agricultura, la mayor parte de ellos caprinos (con 80 mil cabezas perdidas) y bovinos (con 18 mil).
Esta es una radiografía catastrófica, pero se veía venir, pues Chile cumple con la mayoría de los nueve criterios de vulnerabilidad enunciados por la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático (CMNUCC), incluyendo áreas propensas a sequía y desertificación.
El clamor de los agricultores es dramático, mientras todavía se discute en el Congreso la modificación al Código de Aguas que, sin embargo, no contempla la consideración del agua como un bien de uso público y no como un bien privado.
Según el Ministerio de Agricultura, hay unos 37 mil agricultores en riesgo.
En la cordillera central la nieve acumulada presenta un déficit del 65% frente al promedio histórico, según datos oficiales. Los científicos calculan una disminución de entre 5 y 10% por década en prácticamente toda la cordillera, uno de los principales reservorios de agua del país.
«La zona central de Chile es muy dependiente de los derretimientos estivales tanto de la nieve como de los glaciares. Eso significa que si la cobertura de nieve se reduce, también se reduce la disponibilidad de recursos hídricos», alerta Raúl Cordero, experto en cambio climático de la Universidad de Santiago en declaraciones a AFP.
«Chile vivía como si fuera un país que tenía abundancia de agua, pero probablemente el cambio climático y el calentamiento global cambió esa situación para siempre», afirmó el presidente Sebastián Piñera al anunciar inversiones por 5.000 millones de dólares para hacer frente a la sequía.