“Se hace urgente una ley de educación sexual integral y cuotas laborales” para la comunidad LGBTQIA+, dice la académica Macarena Silva.
Por Macarena Silva.- Sólo un par de semanas estuvo en la cartelera del Centro Cultural Matucana 100 la obra “Las Yeguas Sueltas”, dirigida por Ernes Orellana y basada en la primera protesta homosexual en Chile, en abril de 1973, durante el gobierno de la Unidad Popular y previo al golpe de Estado.
Esta obra nos relata cómo un grupo de personas de la comunidad LGBTQIA+ se toma la Plaza de Armas y se manifiesta en la búsqueda de ser visibles para una sociedad que les ignoraba y, por sobre todo, para exigir derechos y ser reconocidos como personas dignas de buen trato y justicia.
Ver también:
¿Dónde está la protección hacia las personas trans?
Han pasado 50 años de aquel hito histórico para la memoria de este país, pero ha pasado invisibilizado. No conocemos mucho de este episodio como sociedad y tampoco las consecuencias que pudo haber tenido para quienes participaron en ella.
Es imposible desconocer los avances en cuanto a derechos para las personas de la comunidad LGBTQIA+, como la Ley que Establece Medidas contra la Discriminación (Ley Zamudio), el Acuerdo de Unión Civil (AUC), Ley matrimonio igualitario y la Ley de Identidad de Género promulgada en 2018.
Éstas han abierto la discusión y reflexión sobre la existencia de personas diversas, pero iguales en derechos y deberes, así como también han planteado desafíos para la creación de una sociedad más humanitaria y que su desarrollo sea de la mano de los derechos humanos y el bienestar común.
Sin embargo, la estigmatización y discriminación hacia la comunidad LGBTQIA+ siguen presente en la actualidad y el diseño de políticas públicas carece de un enfoque de género y diversidad sexual, que les brinden mejores condiciones de vida.
Por esto se hace urgente una ley de educación sexual integral, cuotas laborales para las personas trans, mayores prestaciones en salud orientadas al resguardo de derechos fundamentales en contextos de atención y cuidado. Para así avanzar en la construcción de una sociedad más equitativa, que en su desarrollo contemple a todas las personas en la diversidad de su existencia.
Macarena Silva Escobar es docente de la carrera de Trabajo Social, U.Central