ElPensador.io.- Aunque ya se ha restablecido la electricidad en la mayor parte del país, una parte de Venezuela padece aún por la falta de agua, interrumpida hace seis días por el peor apagón de su historia.
La mayor parte de Caracas ha recuperado la electricidad, pero estados como Mérida, Táchira, Trujillo, Zulia y Apure, en el oeste del país, tienen amplias zonas sin energía, según publica el.
El problema mayor ahora es el agua. Largas filas se formaban en torno a camiones aljibe dispuestos por para su distribución, incluso en Caracas, donde el suministro aún no se estabilizó y había racionamiento.
«Sin agua, sin luz, sin medicinas, sin dinero en efectivo ni transporte. Esto ha sido tremendo«, declaró a una agencia internacional Victoria Milano, de 40 años. Aunque en su casa ya tenía electricidad, teme que se vuelva a cortar.
La emergencia que alcanzó a Caracas y 22 de los 23 estados de Venezuela, comenzó la tarde del jueves y no fue hasta el martes cuando el régimen de Nicolás Maduro aseguró que la luz estaba restablecida en «casi en todo» el territorio.
Maduro cantó «victoria» en la «guerra eléctrica», insistiendo en sus acusaciones a Washington de perpetrar «ataques cibernéticos» y «electromagnéticos» contra la hidroeléctrica El Guri (en el estado sureño de Bolívar), que abastece al 80% de la población del país.
La oposición, liderada por el jefe parlamentario, Juan Guaidó, sostiene que el colapso es el resultado de la «negligencia» y una «corrupción» que alcanzó 1.500 millones de dólares hasta 2016.
«El desespero y la oscuridad lo provocan la dictadura», aseguró el martes en una protesta el opositor, reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países.
La Fiscalía, de línea oficialista, abrió una investigación penal por «sabotaje» contra Guaidó, quien, no obstante, dijo que nada lo detendrá hasta lograr sacar a Maduro del poder para tener «elecciones libres».
«Hoy no tenemos nada»
Los hospitales vivieron situaciones dramáticas. Según Guaidó, murió una veintena de personas, mientras la ONG Codevida denuncia que fallecieron 15 enfermos renales por falta de diálisis. El gobierno niega que haya víctimas fatales.
«¿Cómo es posible que la maternidad no tenga planta eléctrica? Hemos usado «mechones» (lámparas de kerosene)», se quejó Milano de las condiciones del hospital donde trabaja, en el este de Caracas.
El país estaba a media marcha. El gobierno extendió hasta este miércoles la suspensión de la jornada laboral y estudiantil. Muchos negocios y los bancos siguen cerrados y el transporte público, ya de por sí deficitario, es muy escaso.
«Salvé unas salchichas que tenía en la nevera. Las piqué y se las eché a unas lentejas. Del sábado para acá fue una sola comida por día. En las noches, un pocillo de avena y ya. Hoy no tenemos nada», dijo Elena Espinoza, de 38 años, residente en Maracaibo.
En esa ciudad, capital del petrolero estado de Zulia (noroeste), se registraron saqueos en decenas de negocios. «De las panaderías se trajeron de todo, robaron sacos de harina y hasta los moldes para hacer los panes», contó Espinoza.
El apagón provocó largas filas en las estaciones de servicio, ante el temor de que falte el combustible, y se interrumpieron las telecomunicaciones.
Velas, radios y linternas
Maduro pidió el apoyo de la ONU y de sus aliados Rusia, China, Irán y Cuba para investigar el «ciberataque», en tanto que Guaidó decretó el estado de «alarma nacional» por 30 días, para pedir ayuda internacional en la superación de la crisis.
El gobierno creó una comisión para buscar a los responsables y dijo tener «pruebas de que el sabotaje fue ordenado por el Pentágono y el Comando Sur, y dirigido desde Houston y Chicago». No obstante, no mencionó de qué pruebas se trataba ni tampoco se refirió a la vulnerabilidad del sistema eléctrico que quedaría de manifiesto con un ataque remoto de ese tipo.
Uno de los más firmes apoyos de Guaidó en Europa, España ofreció ayuda para recuperar un sistema eléctrico «muy deteriorado».
«Maduro es el responsable de la tragedia que vive el país», sostiene el opositor, quien se proclamó presidente encargado el 23 de enero luego de que la mayoría opositora del Congreso declarara «usurpador» al mandatario socialista por estimar su reelección «fraudulenta».
Ante la probabilidad de nuevos incidentes, Maduro anunció la venta, a precios subsidiados, de 50.000 tanques de almacenamiento de agua, y llamó a la población a tener equipos de emergencia con velas, radios y linternas.