Pulsa «Intro» para saltar al contenido

Curiosidades de la historia: Los Agustinos no fueron bien recibidos

Por Juan Medina Torres.- El 16 de febrero de 1595 llegaron a Valparaíso, procedentes del Perú, los seis frailes que conformaron la comunidad fundadora de la orden mendicante de los Agustinos en nuestro país.

A su llegada, ocupaba el cargo de Gobernador de Chile Martín García Óñez de Loyola quien, el 23 de diciembre de 1598, murió decapitado en la famosa batalla de Curalaba, hecho que obligó a los españoles abandonar todas las ciudades fundadas al sur del Biobío.

En Santiago ya se encontraban las órdenes monásticas  de la Merced, San Francisco y Santo Domingo, las cuales se  habían fundado desde hacía casi medio siglo en barrios apartados: la primera, al pie del peñón del Huelén (1554); la segunda, al otro lado del eriazo de la Cañada  (1562); y la última, en la margen pedregosa del Mapocho (1567).

A los pocos días de haber llegado a Santiago, el Maestre de Campo, don Miguel de Silva, le ofreció en venta al P. fray Cristóbal de la Vera, a la sazón vicario provincial de los Agustinos, un solar a una cuadra de la Plaza Mayor (Plaza de Armas), lo cual molestó a los Dominicos, porque no se respetaba la distancia que debe existir entre un convento y otro. Esta disposición del derecho canónico era parte de las Leyes de Indias, ante lo cual el Provincial de los Domínicos, logró que los Agustinos abandonaran el lugar, volviendo así al Convento de los Mercedarios donde habían sido recibidos a su llegada.

Pero esta nueva ubicación molestó a los Franciscanos por las mismas razones que los dominicos y se cuenta que cierto día el anegamiento de una acequia de los molinos del cerro Santa Lucia, produjo graves daños a la iglesia recién inaugurada y sus aposentos. Posteriormente, desconocidos, incendiaron la iglesia.

¿Por qué esta animosidad en contra de los agustinos? Algunos señalan a que eran protegidos de la familia Lisperguer, la misma de La Quintrala.

Finalmente, la Real Audiencia, con el arbitraje del padre jesuita Luis de Valdivia, resolvió a favor de los Agustinos.