Señor Director:
En relación con los acontecimientos acaecidos en Chile, el colectivo de chilenos y chilenas de Valls, Reus, Tarragona, Cambrils, manifiestan que:
Chile no está guerra, como declaró hace unos días el gobierno de Piñera, y ese temible enemigo que menciona, no es otra cosa que el pueblo chileno, su propio pueblo indignado, al que no ha dudado en reprimir, sacando al ejercito a las calles, como en los tristes años de la dictadura de Pinochet.
Al estallido de indignación que atraviesa Chile, se han sumado miles de estudiantes y jóvenes, organizaciones sociales y personas, que de norte a sur ha salido a manifestar su hartazgo por tantas injusticias y abusos vividos por parte de sus gobernantes.
Chile es uno de los países con más desigualdad, a pesar de su prosperidad y crecimiento económico, cuyos costes ha pagado el pueblo chileno.
El 1% de la población disfruta del 26% de la riqueza de Chile, mientras que el 50% más vulnerable, solo del 2% de esa riqueza. La mitad de los trabajadores chilenos cobra unos aproximados 500€, siendo el salario mínimo de 380€. Las familias más pobres pueden llegar a gastar cerca de un 30% de su sueldo en transporte, mientras que a las familias de más ingresos, les supone un 2%
El modelo neoliberal implantado durante la dictadura, ha supuesto la privatización de servicios tan básico como el agua, la sanidad, la educación, el transporte y las pensiones, generando enormes brechas de desigualdad y pobreza. El endeudamiento de las familias chilenas es de cerca el 70% y tan solo el el 11% de los alumnos de clases populares puede acabar sus estudios debido a los altos costes de las matrículas.
Chile ha perdido la soberanía y el control de buena parte de sus recursos naturales, como la minería del cobre y del litio, que son fuentes de ingresos para el país y cuyos beneficios de explotación acaban en manos privadas y de empresas transnacionales que apenas pagan impuestos en Chile.
El gobierno no ha escuchado las reiteradas demandas por la defensa del inmenso patrimonio natural de Chile: ríos, costas, bosques que han sido esquilmados sin escrúpulos durante años. Tampoco se ha hecho eco de las permanentes reivindicaciones del pueblo mapuche por l defensa de su territorio histórico y su cultura.
Chile ha despertado y ha salido a la calle. El gobierno ha reaccionado tarde y mal, ha sacado al ejército a las calles, declarando Estado de Excepción y aplicando la Ley de Seguridad del Estado, generando con ello mayor violencia, represión y muerte, como no se veía desde los años de la dictadura.
Durante estos días, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) ha recibido 2300 denuncias de vulneración de derechos humanos, principalmente por hechos de tortura, incluyendo aquellas de violencia sexual (8), homicidios y centenares de mutilaciones por disparos directo a los ojos.
Ante la masiva movilización ciudadana de estos días, el gobierno ha cambiado permanentemente de estrategias, yendo siempre a la zaga y demostrando no entender la raíz del problema chileno.
La ciudadanía no quiere los pequeños remedios ofrecidos. La ciudadanía aspira a cambios radicales. Así lo han demostrados las multitudinarias movilizaciones que ya llevan más de 20 días.
La sociedad movilizada reclama la renuncia de Piñera y la creación de una Asamblea Constituyente que erradique la actual constitución de Pinochet, origen de muchos de los males actuales. La sociedad chilena demanda cambios estructurales que permitan avanzar hacia un país más justo, equitativo y democrático, que garantice las mismas oportunidades y derechos a todos los chilenos y chilenas.
La comunidad chilena aquí representada, de Valls, Reus, Cambrils y Tarragona, exigimos el cese inmediato de la violencia en Chile y la creación de una amplia plataforma de diálogo para poder construir la base de un nuevo modelo de país.
Hoy como nunca, recordamos las últimas y visionarias palabras del Presidente Allende:
«Trabajadores de mi patria: tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo, donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.
¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!»
Comissió Salvador Allende Valls
Asociación Latino-Catalana de Cambrils
Associació Allende Tarragona
Colectivo de chilenos y chilenas de Valls, Tarragona, Reus y Cambrils