ElPensador.io.- “Más allá del ingreso, más allá de los promedios, más allá del presente: Desigualdades del desarrollo humano en el siglo XXI”. Así se titula el último Informe Global de Desarrollo Humano 2019 elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que se dio a conocer en Bogotá, Colombia.
El documento fue presentado por Achim Steiner, Administrador del PNUD, y el presidente colombiano Iván Duque y presenta valores del Índice de Desarrollo Humano (IDH) para el año 2018 en 189 países y territorios; para el IDH ajustado por desigualdad en 150 países y territorios; el Índice de Desarrollo de Género para 166 países; el Índice de Desigualdades de Género para 162 países y el Índice de Pobreza Multidimensional para 101 países.
“Diferentes gatillantes están movilizando a las personas a salir a las calles –el costo del transporte público, el precio de los combustibles, las demandas por libertades políticas, y la búsqueda de ecuanimidad y justicia social. Este es el nuevo rostro de la desigualdad y, como muestra este reporte, son problemas que tienen solución”, dijo Steiner. El informe señala que, si las desigualdades en desarrollo humano persisten y crecen, será muy difícil alcanzar las metas que plantea la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible.
Desarrollo Humano en Chile: alto pero desigual
De acuerdo a las cifras entregadas por este informe, el IDH para Chile en 2018 es de 0.847, lo que ubica al país está en la posición 42 entre 189 países (los primeros tres son Noruega, Suiza e Irlanda) y primero en América Latina y el Caribe. El país ocupaba la misma posición en 2017 y ha subido dos puestos desde 2013.
En términos comparados, Chile se ubica bajo el promedio de países de desarrollo humano muy alto (IDH=0.892), por encima del promedio latinoamericano (0.759) y por encima de países como Argentina (0.830, ranking 48), Uruguay (0.808, ranking 57), Costa Rica (0.794, ranking 68) o Perú (0.759, ranking 82). Los avances en HDI han sido sostenidos desde 1990, en que el índice llegaba a 0.703.
Pero el mismo informe señala que hay que ir “más allá de los promedios”, porque ese indicador estadístico que pueden ocultar grandes diferencias. Se calcula, entonces, un IDH ajustado por desigualdad, que aplica un “descuento” al valor de cada dimensión del IDH de acuerdo al nivel de desigualdad. Esto da cuenta de la pérdida de desarrollo humano por efecto de las desigualdades en ingresos, educación y esperanza de vida. Al hacer este ejercicio, el IDH cae de 0.847 a 0.696, lo que representa una pérdida de 17,8% en la medida de desarrollo humano. Esto se traduce en una caída de 14 puestos en el ranking mundial.
El informe global destaca, basándose en datos para Chile, la importancia del buen trato y la dignidad como elementos centrales a la hora de pensar en la desigualdad, utilizando datos del libro Desiguales (PNUD 2017), que muestran que las tres desigualdades que más molestaban a las personas en 2016 son aquellas referidas a la salud, educación y buen trato: a un 68% molestaban mucho las brechas en el acceso a salud, a un 67% las brechas en educación y a un 66% le irritaba que a algunas personas se las trate con mucho más respeto y dignidad que a otras.
Un 53% se declaraba molesto por las diferencias en ingresos. Aquí la desigualdad que muestra en Chile es de un 32,7%, superior a Argentina y Perú y casi igual que el promedio de Latinoamérica y el Caribe.
Desigualdades de género: brechas estructurales y avances culturales
Para estudiar las brechas de género, el Informe calcula el Índice de Desarrollo Humano para hombres y mujeres por separado. El Índice de Desarrollo de Género (IDG) calcula la diferencia entre ambos valores. El valor unitario implica igualdad de desarrollo humano entre hombres y mujeres. Mientras menor es el valor, mayor es la brecha de género.
El IDH para las mujeres en Chile en 2018 es de 0.828, mientras que para los hombres es de 0.860, resultando en un IDG de 0.962. En términos comparados el resultado no es bueno: el IDG de los países de muy alto IDH es de 0.979, mientras que en América Latina es de 0.978. En Perú es de 0.951 y en Argentina de 0.988.
La brecha de género medida por este indicador se explica, principalmente, por diferencias económicas: la estimación para el año 2018 del “ingreso nacional bruto per cápita” (dólares PPP de 2011) para los hombres es de casi 29.000 dólares, mientras que para las mujeres es de 15.200 dólares. En todas las otras dimensiones del índice prácticamente no hay diferencias de género.
Estos datos contrastan con el cambio cultural del que da cuenta el informe, que muestra a Chile como uno de los dos países que más ha avanzado hacia visiones más igualitarias respecto del rol de hombres y mujeres en áreas como la política, el acceso a la educación superior, posiciones de liderazgo en el trabajo, derechos reproductivos y violencia doméstica.
El PNUD creó para este informe un índice multidimensional de representaciones de género, que da cuenta de los sesgos de las personas respecto de los roles de hombres y mujeres en la sociedad. A nivel global, solo 14% de las mujeres y 10% de los hombres no presenta ningún prejuicio de género en las dimensiones estudiadas.
Chile aparece como el país que más ha avanzado en el porcentaje de hombres que no tienen sesgos de género y el segundo en el caso de las mujeres. Estos resultados confirman los datos entregados por PNUD Chile en su publicación de marzo de 2019, “Una década de cambios hacia la igualdad de género (2009-2018)”.