Francis Drake dejó una estela de aventuras, miedo y en las costas chilenas. Pero no todo le salió como esperaba, según nos cuenta una nueva entrega de Curiosidades de la Historia.
Por Juan Medina Torres.- Las luchas religiosas del siglo XVI entre Inglaterra y España fueron la base histórica de Francis Drake, uno de los más famosos piratas que recorrió nuestras costas y que luego fue nombrado caballero del imperio inglés, por la reina Isabel I, ocupando un asiento en el parlamento.
Diego Barros Arana, en su Historia General de Chile, señala que Drake fue “uno de los más insignes marinos ingleses, era hijo de un pobre vicario puritano cuya familia había sufrido persecuciones por mantenerse fiel a su doctrina. Drake había hermanado su puritanismo con su pasión por la aventuras. Vender negros en las colonias, matar españoles, saquear los buques que cargaban oro, eran a juicio del joven marino la obra del elegido de Dios”.
Agrega que dichas circunstancias “inflamaron su ánimo, y lo llevaron a jurar un odio eterno a los españoles. Su carrera posterior, que lo ha hecho famoso en la historia, no tuvo más propósito que el de satisfacer este insaciable sentimiento de odio y de venganza”.
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Ese mismo odio y sed de venganza lo llevó a planear una expedición marítima cuyo objetivo era dar la vuelta al mundo para atacar puertos en tierras del imperio, abordar naves españolas y lograr un botín extraordinario.
John Stow, cronista inglés, contemporáneo de esos hechos, cuenta que Drake fue presentado a la reina Isabel I por uno de sus chambelanes. La reina virgen lo recibió afectuosamente y dispensó su protección a la atrevida empresa, pero se negó a darle título ni patente escrita porque ello comprometía a su gobierno y más aún por el período político de paz que en ese momento vivían ingleses y españoles.
Pero diversos negociantes ofrecieron invertir sus capitales para participar en los beneficios de la expedición. Se equiparon cinco embarcaciones perfectamente provistas de víveres, armas y 162 hombres dispuestos a acompañarlo en su peligrosa empresa. El objetivo de la expedición se guardó como secreto de Estado y la escuadrilla de Drake se hizo a la vela en Plymouth el 13 de diciembre de 1577.
El 20 de Agosto de 1578, luego de más de ocho meses de navegación por el Atlántico, la escuadrilla, reducida a solo tres naves, entraba en el estrecho de Magallanes por su boca oriental.
Drake recorrió sin dificultades gran porción del estrecho y el 24 de agosto fondeó cerca de unas islas, a una de las cuales dio el nombre de Isabel. La nave comandada por Drake había salido de Plymouth con el nombre de Pelican y en el estrecho Drake decidió cambiárselo por el de Golden Hind, con el que se hizo famosa.
El 6 de septiembre Drake entraba por fin en el Océano Pacífico, que hasta ese momento era el mare nostrum del imperio español. Al día siguiente, una tempestad dispersó la escuadrilla y una de las naves se perdió y otra fue arrastrada de nuevo a los canales y sus tripulantes decidieron regresar a Europa. Ante lo cual la expedición quedó reducida a sólo el Golden Hind, comandado por Drake.
El 25 de noviembre, luego de casi un año de navegación, Drake llegó frente a isla Mocha. Sus habitantes entraron en relación con los piratas y a cambio de algunas bagatelas les proporcionaron algunas provisiones. Alentado por este recibimiento Drake envió al día siguiente a tierra a dos marineros, los cuales fueron apresados y muertos por los indios.
Drake, abordó una chalupa junto a nueve de sus hombre para vengarse por la muerte de sus tripulantes, pero fue recibido por una nutrida descarga de flechas resultando heridos casi todos los ingleses. Drake recibió un flechazo en la mejilla derecha por lo que se retiraron de isla Mocha, persuadidos de que los habían atacado por error, confundiéndolos con españoles. El Gobernador Rodrigo de Quiroga conoció tardíamente la aparición de Drake en nuestras costas por lo que no se organizó una defensa adecuada.
El 5 de Diciembre, Drake hizo su aparición en Valparaíso donde se encontraba una embarcación española de propiedad de Hernando Lamero, procedente de Valdivia con una partida considerable de oro en polvo y en ese momento cargaba una gran cantidad de botijas de vino.
Como nadie sospechaba la presencia de un buque inglés en esas latitudes del Océano Pacifico, Drake tuvo la facilidad de apoderarse de la nave sin mayores contratiempos. Se cuenta que un marinero español alcanzó a tirarse al agua y llevó a tierra la noticia de lo que acababa de ocurrir. Fue tanta la turbación que produjo, que los pocos habitantes de nuestro principal puerto, huyeron a los cerros, dejando abandonadas sus casas y sus mercaderías.
Tres días después, Drake abandonaba Valparaíso con lo que pudiera serle útil: víveres en gran abundancia, carne salada, tocino y otros artículos que se comerciaban con el Perú. Pero la porción más valiosa de aquella fue el oro en polvo avaluado en cerca de 25 mil pesos del metal amarillo.
El 8 de Diciembre partía Drake de Valparaíso con rumbo al norte, arrastrando el buque apresado y todas las mercaderías que pudo cargar más el cargamento de oro en polvo avaluado en cerca de 25 mil pesos oro.
El 19 de diciembre llegó a la Herradura con la intención de apoderarse de La Serena, pero los vecinos de esa ciudad que estaban avisados de la expedición inglesa, formaron una pequeña columna de infantería y caballería ante los cuales los ingleses no se atrevieron a entablar combate y huyeron perdiendo un solo hombre que los españoles ultimaron.
Drake permaneció hasta mediados de enero de 1579 en algunos puntos de la costa del norte, para reparar algunas averías y continuó su viaje sin mayores contratiempos, cometiendo muchas otras depredaciones en todas las costas del Pacífico y regresó a Europa sin haber hallado en otras partes la resistencia de los indios de la isla Mocha y los vecinos de La Serena.
Sewes Robert en su obra titulada The Merchant´s mappe of commerce impreso en 1638 dice que este viaje de Drake “produjo a los mercaderes de Londres, sus socios en la empresa, y a los aventureros que lo acompañaron, según una cuenta formada a la vuelta, después de hecho todos los pagos y descargos, la cual cuenta yo vi suscrita por su propia mano 47 libras esterlinas por cada libra, de tal suerte que los que aventuraron con el 100 libras obtuvieron 4.700, lo que dar a idea del beneficio obtenido”.
En septiembre de 1580 luego de haber dado la vuelta al mundo, la reina Isabel I lo nombró caballero convirtiéndose en Sir Francis Drake.
En Chile su memoria se perpetúa en un monumento que se encuentra en el Mirador Los Navegantes de Coquimbo, en el sector de Guayacán y en una tumba simbólica ubicada en el patio 11 del cementerio de Arica, la cual no contiene los restos de Drake, pues este murió el 28 de enero de 1596 en Panamá a causa de una disentería y su cuerpo fue arrojado al mar.