Por Pedro Huichalaf Roa.-Recientemente unas semanas se realizó la licitación de bandas de espectro radioeléctrico para incorporar la tecnología 5G en Chile, proceso realizado por la Subsecretaría de Telecomunicaciones, Subtel, y en la cual, por medio de 4 concursos, dispuso de 4 bandas de frecuencias al mercado para que privados participaran y se adjudicaran conforme a las bases de cada concurso, espectro para prestar servicios de transmisión de datos. Según un comunicado de la Subtel, éste fue un proceso exitoso, por la participación de empresas, por el dinero recaudado y por la incorporación de la tecnología 5G en nuestro país. De hecho, lo que más se resalta es que durante el proceso se obtuvo un monto superior en 512% en comparación con los US$74 millones recaudados en las licitaciones de espectro realizadas en toda la historia a nivel nacional.
Sin embargo, es importante analizar lo exitoso del proceso (el vaso medio lleno), pero también hay que observar lo negativo en el mismo (el vaso medio vacío), para entender o concluir finalmente si fue un éxito rotundo o un proceso con fin positivo, pero con un sabor amargo detrás.
En primer lugar podemos mencionar que desde el punto de vista técnico y administrativo fue un proceso limpio, transparente y en que se cumplieron las formalidad sin existir hasta este momento reparos al mismo. Ha sido una tónica del funcionamiento de la Subsecretaría de Telecomunicaciones en distintos gobiernos el buen trabajo técnico en las distintas licitaciones y concursos públicos, por lo que estimo que es uno de los puntos destacables, especialmente en tiempo de pandemia y con participación de distintos actores, nacionales y extranjeros en el proceso.
Por otro lado, el proceso de licitación se dividió en 4 concursos, llamados concurso 700 mhz, AWS, 3.5 Ghz y 26 Ghz, lo que hizo que se establecieran procesos independientes y sucesivos, generando grados de competencia distinta entre los actores, lo que pareciera fue una buena estrategia del punto de vista de diversificar «ofertas» de espectro al mercado. Respecto a la banda 700 mhz, tras empate técnico entre dos empresas (WOM y Borealnet), es la que obtuvo en forma individual la mayor recaudación con casi US$82 millones considerando que se disponibilizaron 20 mhz de espectro, siendo WOM quien se adjudica este espectro. Conjuntamente, en esta banda el Estado exigió las llamadas «contraprestaciones sociales» en virtud del cual, el ganador, además de cumplir con proyecto técnico base, deberá conectar 366 localidades rurales que no contaban con servicios de voz y datos y en 18 meses tras adjudicación, tendrán disponibilidad de servicios. Esto no significa que tendrán 5G.
En la banda AWS, se dispuso de 30 mhz de espectro y nuevamente tras empate técnico ahora entre WOM, Claro y Borealnet, definieron que el ganador fuera WOM al ofrecer US$22,3 millones de dólares. En este concurso se exigió que el ganador debiese dar cobertura en tres años al 90% de la población y pudiera ofrecer tecnología 4G para esto. En la banda 3.5 Ghz, se dispuso de 150 mhz de espectro y tras empate técnico entre WOM, Entel, Movistar; Claro y Borealnet, finalmente las empresas Movistar, Entel y WOM ganaron la licitación de desempate de la banda 3.5 GHz. Esto, tras presentar las ofertas económicas más altas, cuyos montos ascienden a unos 117 mil millones de pesos (unos US$163 millones), 100 mil millones de pesos (unos USD 139 millones) y 32 mil millones de pesos (unos US$45 millones), respectivamente.
Adicionalmente se debe considerar que se debe cubrir 199 hospitales (que están en zonas urbanas). Asimismo, fuera de las zonas urbanas, diversos aeropuertos, centros de interés científicos y puertos marítimos, también serán favorecidos. Esta banda es completamente 5G el servicio a prestar. Finalmente el concurso 26 Ghz se dispuso de 4 bloques de 400 mhz (total de 1600 mhz), pero sólo postularon 3 empresas (WOM, Claro y Entel) que se adjudicaron bloque con cobertura muy específica (en total 40 comunas), con tecnología 5G y sin obtención de recursos a beneficio fiscal.
Respecto al vaso medio vacío podemos mencionar que, efectivamente en total lo recaudado por el Estado fue de US$453 millones de dólares. Una suma que en papel significa un aumento importante en consideración a anteriores concursos (monto superior en 512% en comparación con los US$74 millones recaudados en las licitaciones de espectro realizadas en toda la historia a nivel nacional), pero en estricto rigor nunca han tenido las licitaciones de espectro un sentido recaudatorio, por lo que es difícil compararlas con procesos anteriores en donde recaudar no era el centro del concurso.
Por otro lado, el gobierno varió su política pública porque hizo concursos con la finalidad de que existieran empates técnicos para desempatarlos con dinero, es decir, le dio una inclinación recaudatoria. Sin embargo esta jugada significó sacrificar las «contraprestaciones», es decir, forzar a las empresas a que presten servicios en zonas rurales sin cobertura. Así, para comparar, en los últimos dos concursos de 4G (banda 2600 mhz y 700 mhz) se logró dar cobertura a más de 1800 localidades que de otra forma nunca hubieran tenido servicio. Sólo en uno de los concursos realizados (en 700 mhz) se fijó 366 localidades y en los otros tres concursos (AWS, 3.5 Ghz y 26 Ghz) no existió ninguna contraprestación, perdiendo la oportunidad de lograr más localidades conectadas. Esto porque una vez que se entrega la concesión, no es posible obligar a empresas a extender sus servicios a otras zonas como rurales o zonas de bajos ingresos y sólo lo hacen por efecto de mercado (es decir, donde obtienen lucro lo harán y donde no, no).
Paradójicamente estas licitaciones se llamaron concurso 5G, pero sólo el 3.5 ghz y 26 ghz las empresas deben prestar 5G como tecnología exigibles. En concurso 700 mhz y AWS podrán prestar servicios de 4G y cumplirán con las bases. El concurso 700 mhz era una banda destinada previamente para servicios de emergencias (ONEMI, carabineros, bomberos, PDI etc), pero este gobierno decidió quitarle este concepto y entregarlos a privados para su lucro sin exigir ningún servicio a emergencias. Y para peor, ni siquiera asignó otras bandas a estos servicios a pesar de tener el compromiso ante el congreso (vía Ley de Presupuesto para ello). Esto significa una absoluta privatización del espectro, en perjuicio de servicios públicos de emergencia que de tener una banda de frecuencia única nacional, quedaron sin nada.
En estricto rigor, la recaudación fue de USD$453 millones de dólares por 200 mhz en total (20 mhz de 700, 30 mhz de AWS y 150 mhz de 3.5 ). Sin embargo el gobierno no informa que frente a concurso 2.6 mhz, en donde entregó 1200 mhz no recibió un peso y ninguna contraprestación. Es decir, el gobierno regaló 1200 mhz a las empresas, que además sólo prestarán el servicio en 40 comunas del país, principalmente radicadas en región metropolitana. Significa que la equidad tecnológica de acceder a 5G en banda 2.6 ghz es prácticamente inexistente, porque contarán con estos servicios los que siempre han tenido los mejores servicios de telecomunicaciones.
Chile perdió la oportunidad de obtener más ganancia social exigiendo contraprestaciones o prestación de servicios a servicios de emergencias o derechamente terminar con la brecha digital (a pesar que en forma equivocada la Ministra de Transportes y Telecomunicaciones así lo dijera y fuera corregida por la Subsecretaria). Esto porque sólo habrá 5G en principales centros urbanos y aquellos que estén fuera de este radio o en zonas rurales o extremas NO CONTARAN con el servicio. Así, un recurso que es de todos los chilenos (como es el espectro), es entregado a privados para que presten 5G sólo a una población, dejando fuera de estas tecnologías a otros chilenos.
Era absolutamente innecesario el concurso en banda 26 ghz (donde se donó 1200 mhz a empresas), porque no existen modelos de negocios robustos en este espacio y además en términos simples y comparativos, se les pidió a empresas construir mediaguas en terrenos de alto valor de comunas como Las Condes y Vitacura. Incluso en otros países de Europa e incluso Latinoamérica, por menos mhz entregados, los países han recaudado entre 4 a 5 veces más que lo hecho en Chile, con menos espectro entregado y sin licitar aún la banda 26 ghz. En el futuro, cuando se requiera esa banda para provecho de Chile tendremos que lamentar la no disponibilidad en estas zonas porque esta administración se las entregó a privados gratis, sin beneficios sociales y sin mayores costos de inversión.
Finalmente, la licitación de otros países en promedio es de 10 años de concesión, algunos con revisión de esas frecuencias al término del periodo, pero en Chile se entregan por 30 años renovables sin condiciones. Claramente frente al dinamismo del mercado y con atención al rol garante del Estado con respecto de un bien nacional de uso público como es el espectro, esta cantidad de años sí o sí debe modificarse, porque los más perjudicados somos todos los chilenos.
Pedro Huichalaf es abogado y Magíster (c) en Derecho Informático y de las Telecomunicaciones. Fue Subsecretario de Telecomunicaciones de Chile