El académico Michael Silva afirma que la Inteligencia Artificial (IA) permite incrementar la seguridad a través de una vigilancia más precisa, pero advierte de los riesgos éticos asociados.
Por Michael Silva Espinoza.– La Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en una de las tecnologías más prometedoras y revolucionarias de último tiempo. Sus aplicaciones abarcan diversos campos, desde la medicina, la industria hasta la seguridad en los hogares.
Hoy la IA está desempeñando un papel fundamental en la mejora de la seguridad tanto en los hogares e incluso en espacios públicos.
Una de las aplicaciones más destacadas en este ámbito es el desarrollo de sistemas de vigilancia y monitoreo inteligentes.
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Gracias a la IA, las cámaras de seguridad pueden detectar de manera autónoma patrones sospechosos y comportamientos inusuales en tiempo real.
Los algoritmos de reconocimiento de objetos permiten identificar de forma precisa si alguien ha ingresado a la propiedad o si un vehículo sospechoso está merodeando cerca.
Además de la vigilancia, la IA también se utiliza en la construcción de hogares más seguros mediante la automatización y el control inteligente.
La domótica, impulsada por la IA, permite a los propietarios controlar y supervisar diversos aspectos de sus hogares desde cualquier lugar del mundo.
La iluminación, los sistemas de calefacción, la gestión de energía y los dispositivos electrónicos pueden ser controlados de manera remota a través de asistentes virtuales o aplicaciones móviles.
La IA también desempeña un papel clave en la detección de incendios y fugas de gas. Los sensores inteligentes equipados con IA pueden monitorear constantemente los niveles de humo y gas, y alertar a los propietarios antes de que se produzca una situación de emergencia.
Esta capacidad de respuesta temprana puede salvar vidas y minimizar los daños materiales.
Asimismo, ha contribuido a mejorar la autenticación y la seguridad en la entrada a los hogares. Los sistemas de reconocimiento facial y de huellas dactilares permiten a los propietarios acceder a sus hogares de forma rápida y segura, evitando el uso de llaves físicas que pueden ser extraviadas o copiadas.
Estos avances han reducido significativamente los riesgos de intrusión no autorizada.
Sin embargo, a pesar de los numerosos beneficios de la IA en la seguridad del hogar, también es importante abordar las preocupaciones éticas y de privacidad asociadas.
El almacenamiento y el uso de datos personales recopilados por los sistemas de seguridad con IA deben ser rigurosamente regulados y protegidos para evitar posibles abusos o violaciones de la privacidad.
Michael Silva Espinoza es académico de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad Central