El académico Carlos Guajardo invita a usar las metodologías recomendadas por el Banco Mundial para la recuperación del aprendizaje, tras los desastrosos resultados del SIMCE.
Por Carlos Guajardo.- Luego que la Agencia de la Calidad de Educación diera a conocer los resultados del SIMCE 2022 y el alarmante retroceso en matemáticas (4° básico y II medio) siendo los más bajos después de una década, se vuelve aún más preocupante el hecho de la recuperación de los aprendizajes ocasionados por la pandemia.
Si bien el Ministerio de Educación puso en marcha el “Plan de Reactivación” a través de los ejes de convivencia y salud mental, fortalecimiento de aprendizajes, y asistencia y revinculación, a nivel global el Banco Mundial, la Unesco y la Unicef han cifrado en más de US$17 billones lo que dejarán de percibir los niños y jóvenes de aquí a que se inserten a la vida laboral.
Si lo decimos de otro modo, el aprendizaje del futuro está en trance, en cuanto las decisiones que se tomen no sean las correctas.
El mismo 2022 el Banco Mundial presentó la “Guía para la recuperación y aceleración de los aprendizajes”, cuyo objetivo se plantea desde la estrategia RAPID:
- “Reingresar” el mayor número posible de niños a la educación formal utilizando campañas y sistemas de alerta temprana;
- “Analizar” el nivel de aprendizaje que se disipó en la pandemia, entregando los recursos y las herramientas necesarias a los profesores de las distintas naciones;
- “Priorizar” el desarrollo de las habilidades fundamentales en lenguaje, matemática y lo socioemocional;
- “Incrementar”, una enseñanza que se apoye desde los programas de pedagogía, tutorías, programas autónomos y el uso de las tecnologías;
- “Desarrollar” el bienestar psicológico y social de los estudiantes y docentes ya que este proceso de recuperación no será para nada fácil.
En definitiva, para establecer un itinerario de recuperación de los aprendizajes es necesario un consistente compromiso político, cultural y económico.
Para ello, necesitamos de nuestros vecinos, una colaboración entre países de la misma región a través de la coordinación de estrategias que se están implementando.
Acá no se trata de “competir” por quién lo hace mejor, sino más bien de cómo todos nos hacemos parte de esta trascendental tarea a escala mundial.
Carlos Guajardo Castillo es director de la carrera de Pedagogía en Educación General Básica, U. Central