Por Luis Rivera .- La tecnología 5G promete más velocidad para acceder a Internet, conexiones más eficientes y es el primer estándar de este tipo donde el foco no está puesto en el usuario convencional. La rapidez con que se difunda dependerá del surgimiento de dispositivos que puedan aprovecharla, de una demanda que la exija y una asignación de frecuencias que la habilite.
Un acceso más veloz para que un video cargue más rápido en el celular no es el objetivo principal de 5G, sino cumplir la promesa de Internet de las cosas. Los cálculos indican que actualmente hay 7.000 millones de dispositivos conectados a las redes celulares en todo el mundo. En pocos años superarán los 20.000 millones debido a las ciudades inteligentes (tachos de basura y colectivos tienen conexión a Internet), a los hogares inteligentes, a las fábricas y depósitos donde cada cosa tiene un chip celular y está enviando y recibiendo datos de Internet, de los autos conectados, y muchos dispositivos más.
Para satisfacer esa demanda, la actual tecnología no alcanza: debemos repensar cómo se hace una red de telefonía móvil, cómo se distribuye la información, cómo se atiende a miles de dispositivos conectados en simultáneo, en movimiento, demandando gran cantidad de datos. El volumen de información distribuida por la red se duplica año a año.
Las antenas están pensadas para tener más capacidad, atender a más dispositivos por antena, ofrecer una cobertura mejorada, lo que implica instalar nuevas antenas para aumentar la robustez del servicio. 5G está pensado para mayor eficiencia energética. Va más allá de los teléfonos y contempla dispositivos con poca energía, o que deben hacer durar años una batería porque no tienen alimentación convencional.
El otro elemento nuevo de 5G es la reducción de la latencia de la red, tiempo que tarda un pedido de información de un dispositivo en recorrer la red y llegar a otro servidor. Es una demora intrínseca a la red, que impone pausa o retraso en una conversación telefónica a grandes distancias o vía internet o que hace que algunos juegos online sean inviables, porque la demora en que un personaje virtual registra una orden hace imposible competir.
En las redes 5G, la latencia será de 1 o 2 milisegundos para poder manejar un robot cirujano que está en un quirófano del otro lado del planeta; o un dron a kilómetros de distancia, o maquinaria pesada; o para que un auto autónomo pueda enviar y recibir información clave para su andar.
Entre sus ventajas se cuenta mayor posibilidad de dispositivos conectados (un millón por km2), conexiones más rápidas y mejores (hasta 20 Gbps), baterías más duraderas (los procesadores consumen menos energía), menor Latencia (tiempo que tardan los datos en llegar de un emisor a un receptor). Hasta el momento entre 1 y 2 milisegundos versus los 20 ms de la red 4G. Estudios indican que 5G puede llegar a ser entre 60 y 120 veces más rápidas que las redes actuales. Las interacciones con la nube y la red serán casi instantáneas.
Por otro lado, como desventajas puede considerarse que el 5G no está exento de riesgos, especialmente en términos de privacidad y seguridad, como la geolocalización e identificación/perfilado preciso de los usuarios, aumento exponencial a ciberataques. Por otro lado, puede interferir en los sistemas de predicción meteorológica. Existe una correlación geográfica importante que es preocupante. Hay lugares con amplia cobertura 5G que tienen las más altas tasas de muertes por millón de habitantes debido al coronavirus.
Una audiencia en el congreso de EEUU, en febrero 2019, indica que no hay estudios de salud y seguridad del 5G. La realización estudios es relevante pues 5G es efectivo sólo a corta distancia, es decir, la implementación completa de 5G requiere antenas cada 10 o 12 casas en áreas urbanas lo que aumentará mucho la exposición a la radiación de microondas. Más aún, en abril del 2020, 253 científicos de EMF de 44 naciones firmaron un llamado internacional a la ONU en el cual piden “Protección contra la exposición al campo electromagnético no ionizante (EMF)”.
Como conclusiones, podemos aportar que innegablemente existen ventajas en la implementación del 5G para el desarrollo de nuestro planeta y estamos en un momento complejo de la humanidad en el cual la protección del ser humano es el centro de todas nuestras preocupaciones y eso nos obliga a realizar los esfuerzos para respondernos si la exposición a la radiación de microondas 5G es perjudicial o si debilita nuestro sistema inmunológico. Un experimento simple podría ser apagar todas las antenas 5G en una ciudad durante varios meses y ver que pasa o seguir usando solamente 4G durante un año más para tener tiempo y realizar los estudios de impacto.
Luis Rivera es ingeniero Civil Electricista con postítulo de Especialización Profesional en Preparación y Evaluación de Proyectos. Magíster en Administración y Dirección de Empresas