Hugo Cox da cuenta de las similitudes entre el neoliberalismo y la izquierda woke, especialmente en la valoración de las diferencias, la libertad individual y el uso de la polarización como arma política.
Por Hugo Cox.- Existe una relación entre neoliberalismo e izquierda “woke”. Al hacer un paralelo entre ambas posiciones ideológicas, se observa que ambas tienen como centro de acción el individuo: en el neoliberalismo, el individuo ocupa un lugar central debido a los principios filosóficos y económicos que sustentan esta corriente de pensamiento.
Una de las razones clave por las cuales el individuo es fundamental en el neoliberalismo es la defensa de la libertad individual, valor que es considerado un principio fundamental, argumentándose que las personas deben tener la libertad de tomar decisiones sobre sus vidas, incluyendo decisiones económicas, sin intervenciones excesivas del Estado.
Ver también:
Al frente, se debe comprender a la izquierda “Woke”, lo que implica familiarizarse con una corriente de pensamiento que ha surgido dentro de la izquierda política en las últimas décadas, y que se caracteriza por su enfoque en cuestiones de identidad, cultura, género y poder, a menudo crítica de las narrativas tradicionales de la izquierda centradas en la clase social y la lucha económica.
Una de las ideas clave para entender a esta izquierda es el enfoque en la diversidad y la identidad. En efecto, la izquierda “woke” -al igual que el neoliberalismo- se preocupa profundamente por las identidades individuales y colectivas, como género, raza, orientación sexual y religión. Se centra en la importancia de reconocer y respetar la diversidad y la multiplicidad de experiencias de la persona (individuo) y deja de lado lo colectivo como razón de ser, elemento que toma tangencialmente.
Ambos polos, neoliberalismo e izquierda woke, usan -quiéranlo o no- la polarización como arma política: esto se refiere al uso estratégico de la división y la creación de diferencias ideológicas y emocionales entre grupos dentro de una sociedad, con el fin de movilizar apoyo político y desacreditar a los opositores. Este fenómeno ha sido observado en diversas partes del mundo y puede tener consecuencias significativas para la estabilidad social y política.
Aquí hay algunas formas en que la polarización se puede utilizar como arma política y que siempre se deben tener presente:
- Movilización del voto: Al polarizar a la sociedad, los políticos pueden movilizar a sus seguidores de manera más efectiva. Al resaltar diferencias ideológicas y fomentar la lealtad partidaria, se busca aumentar la participación electoral de la base.
- Deslegitimación del oponente: Al exagerar las diferencias y pintar al oponente político como una amenaza extrema, los actores políticos pueden desacreditar a sus rivales y debilitar su apoyo público. Esto puede llevar a una percepción de que la otra parte no es solo un adversario político, sino un enemigo peligroso.
- Creación de narrativas simplificadas: La polarización a menudo implica la simplificación de problemas complejos en narrativas binarias. Esto puede conducir a una visión simplista del mundo en términos de «nosotros contra ellos», lo que facilita la movilización pero puede pasar por alto la complejidad real de los problemas.
- Creación de identidades políticas fuertes: Al enfatizar la identidad política como parte integral de la identidad personal, se puede aumentar la lealtad hacia un grupo político específico. Esto puede llevar a una mayor resistencia a cambiar de opinión o considerar perspectivas alternativas.
- Aumento de la desconfianza en las instituciones: La polarización puede ir acompañada de la deslegitimación de las instituciones y el establecimiento. Los actores políticos pueden aprovechar la desconfianza generalizada para consolidar su propio poder.
- Amplificación de la retórica divisiva: A través de los medios de comunicación y las redes sociales, los actores políticos pueden amplificar y difundir mensajes polarizadores de manera eficiente. Esto contribuye a la creación de burbujas informativas donde las personas sólo son expuestas a perspectivas que refuerzan sus creencias existentes.
La polarización como estrategia política puede tener consecuencias negativas, ya que puede dividir a la sociedad, dificultar la cooperación y aumentar la brecha incluso después de que una campaña política haya concluido. La ciudadanía informada y crítica, así como la promoción del diálogo y la comprensión mutua, son elementos clave para contrarrestar los efectos perjudiciales de la polarización política.
A la izquierda “woke” y a los sectores neoliberales les sirve una política de eternas confrontaciones, en que el otro es el malo.
En este escenario, la centro izquierda -y el centro en general- debe levantar un programa político que le haga sentido a la ciudadanía y que toque los problemas que hacen sentido a las personas (delincuencia, ingresos, deuda, salud previsión, con medidas que hagan sentido a la mayoría).