ElPensador.io.- La Masonería chilena llamó a un “gran esfuerzo político para recomponer la ética del poder en favor de toda la sociedad”, a través de una declaración del Consejo de la Gran Logia de Chile que fue dada a conocer por el Gran Maestro, Sebastián Jans.
La declaración señala que los acontecimientos de los últimos días se deben a “la indignación social frente a un estado de cosas que afecta cotidianamente a la gran mayoría de los habitantes y que provoca que muchas personas vivan en el desaliento y otras en condiciones mínimas de sobrevivencia, marginados de las oportunidades y del reconocimiento de sus méritos y talentos”.
“Las causas de la grave crisis político – institucional de Chile, están asociadas a las evidentes injusticias provenientes del abuso y la colusión, la inequidad de las políticas públicas respecto a servicios y bienes como la salud, educación, pensiones, ingresos y otros; en la postergación de importantes sectores sociales del país, todo ello amparado por un Estado débil, con estancos de corrupción, donde el resultado es una sociedad desprotegida y abusada a través de una estructura de distribución de poder donde el bien común se ha tergiversado en favor de unos pocos”.
Por ello, afirma la declaración, “se hace necesario, para avanzar en una solución razonable y satisfactoria para la sociedad, el imperativo de un gran esfuerzo donde ningún chileno puede quedar al margen”.
En ese sentido, el Consejo de la Gran Logia de Chile “reconoce la legitimidad de las demandas del movimiento social y llama a un gran esfuerzo político para recomponer la ética del poder en favor de toda la sociedad y, desde allí, construir los caminos necesarios para que en Chile impere la libertad, la igualdad y la fraternidad, como la base para dar el contenido necesario a un bien común orientado a generar las condiciones de una convivencia fraternal, con justicia y respaldada por la protección y reconocimiento de nuestros derechos y deberes sociales impostergables”.
Ese esfuerzo debe partir, dice la Masonería chilena, por “implementar las condiciones cívicas necesarias para asumir un diálogo efectivo y creíble que permita mostrar una hoja de ruta sobre bases éticas en el ejercicio del poder y que neutralice la intensidad de los intereses de pequeños grupos que utilizan su posición privilegiada para imponer argumentos sociales y jurídicos en detrimento de las justas aspiraciones ciudadanas”.
Con eso en mente, señala la declaración, es urgente una “agenda de construcción de acuerdos, donde se recojan y se trabaje en la implementación adecuada de las aspiraciones sociales, y se avance con paso decidido hacia modificaciones institucionales que garanticen los derechos de las personas de modo más eficaz, perfeccionándose así la arquitectura democrática y la participación social”. Esa agenda debe estar construida “en el respeto, la prudencia, la responsabilidad y la fraternidad, a fin de unir a todos los chilenos en una común disposición de justicia social y valoración de la condición humana”.
Vea la declaración completa aquí.