El proyecto Nueva Alameda mejorará la movilidad e insertará áreas verdes silvestres que lo transforman en un diseño de vanguardia colocando el foco en su carácter público, accesibilidad universal, con 8 kilómetros de ciclovías de alto estándares, conectando Pajaritos con Plaza Italia.
Por Uwe Rohwedder.- Una nueva cara en la conexión entre Pajaritos y Tobalaba avanza con intervenciones importantes, algunas realizadas y otras en ejecución, con la intención de mejorar la calidad de vida.
El proyecto Nueva Alameda es una construcción de ciudad y paisaje, sin duda una inyección de nuevas energías, rescatando valores patrimoniales de este eje tradicional, fundacional y refuerza su interés turístico.
Este necesario proyecto renueva de forma positiva un eje vital en nuestra capital y debemos generar valor en sus virtudes y también buscar una cultura de cuidado con campañas a nivel de educación primaria y secundaria para que la experiencia lo transforme en un trayecto seguro.
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El estándar de ciudad saludable relacionado con una mejor calidad de vida radica en el diseño con miradas desde el urbanismo femenino con la incorporación de áreas verdes, su uso peatonal, nuevas ciclovías y la inmersión en paisajes culturales y sanadores.
A su vez, la generación de biodiversidad urbana para la restauración de equilibrios ecológicos con especies más resistentes desde un punto de vista de la sustentabilidad hídrica, debe incluir jardines eficientes con espacios para descansar y jugar, y en su condición de parque incorpora arbolados para ayudar a mitigar altas temperaturas.
Mejorar la movilidad e insertar áreas verdes silvestres lo transforman en un diseño de vanguardia colocando el foco en su carácter público, accesibilidad universal, con 8 kilómetros de ciclovías de alto estándares, conectando Pajaritos con Plaza Italia.
Y es aquí en donde el desafío es mayor, incorporando una explanada urbana que pueda recoger encuentros ciudadanos y una Estación Baquedano remodelada e interconectada con la línea 7 y el acceso al Barrio Bellavista.
Este nodo o punto de intersecciones y alto flujo de personas será de una vitalidad urbana, quizás uno de los corazones de nuestra gran ciudad y soñar con ver y encontrarse con ciudadanos felices.
Uwe Rohwedder es decano de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura, U.Central