Orlando Sáenz, empresario y protagonista de los períodos más álgidos de nuestra historia, presenta juicios tan brillantes como lúcidos, ya que están lejos de los discursos y propuestas panfletarias o de trinchera. En una nueva entrevista de Jorge Abasolo, nos da a conocer su opinión del actual Chile y su rumbo político y económico.
Por Jorge Abasolo – Su palabra cobra vigencia tanto por su lucidez como por su tolerancia.
Jamás pierde los estribos y sus juicios a ratos cobran mayor relevancia que la del mejor de los cientistas políticos. Tal vez haya vivido demasiado, como para entusiasmarse o descomponerse ante los primeros atisbos de fractura institucional.
Orlando Sáenz Rojas es ingeniero civil, empresario, director de varias empresas y socio fundador de O.Sáenz y Cía. Profesionales Asociados.
Y agrego algo de mi parte: es un tipo cálido y brillante.
Fue dirigente universitario en la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, ayudante y profesor de las Universidades de Chile, Católica y de Santiago, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos y de la Sociedad de Fomento Fabril. Además, se desempeñó como asesor económico del Ministerio de Relaciones Exteriores, embajador de Chile ante la Asamblea General de Naciones Unidas y ante la Asamblea del Fondo Monetario Internacional.
Son muchos más los títulos y cargos que ostenta este líder innato, que ahora está abocado a escribir sus Memorias…¡y hasta un libro de cuentos! Me recibe en dependencias de sus cómodas oficinas, ubicadas en pleno corazón de la comuna de Providencia.
-Chile ha cambiado radicalmente. Hoy tenemos un gobierno que jamás explicó cuál sería su sistema económico a propugnar. Se preocupó de fustigar y acusar las falencias del modelo liberal, sin presentar alternativa alguna.
-En mi libro Testigo privilegiado, recuerdo una conversación de toda una noche que tuve con Fidel Castro. Fue un diálogo muy franco y recuerdo que hasta me dijo que lo tuteara, cosa muy frecuente en la cultura cubana. Dada la franqueza, le hice ver una cosa muy propia de los marxistas.
Le dije que los marxistas –cuando llegan al poder- renuncian de inmediato al más poderoso motor de progreso económico, que es la iniciativa privada. Le agregué más o menos lo siguiente: -“No hay, en los 6 mil años de historia que conocemos, ninguna economía expansiva, que no haya basado precisamente su expansión en la iniciativa privada. Y ustedes, lo primero que hacen es cohibir esa iniciativa privada…y buscan por todos los medios eliminarla, para que finalmente todo sea manejado por el Estado. Y lo peor es que ustedes lo hacen a sabiendas de que eso es renunciar al progreso material”.
La respuesta de Fidel me dejó atónito, pues por primera vez escuché a un marxista contestar de una manera que contraría el eslogan que habla del progreso comunista.
-¿Qué le respondió?
-Me dijo: “Sí, tienes razón, chico. Pero…¿sabes por qué lo hacemos? Porque el progreso económico no es la meta de un gobierno marxista. Un gobierno marxista no busca ni pretende el progreso económico como prioridad número uno. Nuestra prioridad es la creación de una nueva sociedad. Nuestra meta es la creación de un hombre nuevo. De un hombre que no se mueve por incentivos materiales”. Esa fue su respuesta…
-Pero esa es una entelequia, una utopía que hasta como tal está obsoleta.
-Exacto. Yo creo que es algo antinatural para nuestra cultura. El hombre occidental no es hombre en la medida que no tiene ambiciones.
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-¿Cuál cree usted que va a ser la actitud del actual gobierno respecto a Estados Unidos?
-Creo que este nuevo gobierno está plagado de contradicciones internas y con la realidad nacional. Por lo tanto va a tener conflictos internos y externos muy marcados…uno de los cuales va a ser su política exterior. Y todo ello –para peor- agravado por la invasión de Rusia a Ucrania. Creo que esto hará que Estados Unidos adopte una actitud mucho más cuidadosa en el sentido de manejar su área de influencia…y Estados Unidos considera a América Latina como parte de su área de influencia. Por lo tanto, vislumbro una tensión adicional entre los países como el Chile actual, con un gobierno muy izquierdista. Uno podría pensar a priori que las relaciones con Estados Unidos no van a ser calurosas, desde luego.
-¿De dónde sacará recursos el gobierno actual? Una posibilidad sería darle un manotazo a las AFPs, otra opción sería la de un endeudamiento del Estado; y una tercera posibilidad sería la de adoptar una actitud obsecuente respecto de China.
-A ver…yo creo que el sacudón que representa la invasión de Rusia a Ucrania, va a colocar a Estados Unidos en una posición más agresiva. Y digo más agresiva en cuanto al cuidado de su corral. En consecuencia, Estados Unidos va a intentar que China no se involucre en un corral que considera de ellos.
Ahora, en cuanto a las medidas que ellos puedan tomar o hasta donde pueden presionar para evitar que crezca la dependencia económica de los países latinoamericanos respecto de China es difícil de pronosticar. Sin embargo, no me cabe duda que allí se va a dar una presión considerable.
En cuanto a política internacional, el gobierno de Chile va a tener que tomar algún tipo de decisión frente a su ambigüedad. Y lo digo porque este gobierno es muy ambiguo…que hace gestos hacia todos los lados, dice que desea apoyar a las víctimas de la violencia, pero al mismo tiempo opta por el indulto a quienes ejercen esa violencia. Por eso le digo que este es un gobierno lleno de contradicciones, lo que es propio de su estructura política.