Agencias.cl.- El Papa Francisco reconoció haber recibido una solicitud de Nicolás Maduro para mediar en la crisis política de Venezuela, pero descartó cualquier participación a menos que lo solicite el líder de la oposición y presidente encargado, Juan Guaidó.
El Pontífice reconoció que no había leído la carta de Maduro, que dijo que llegó al Vaticano a través de una bolsa diplomática. Añadió: «Veremos qué se puede hacer».
En conversación con la prensa en camino a Roma luego de su visita a Emiratos Árabes Unidos, recordó que un esfuerzo diplomático anterior del Vaticano para facilitar las conversaciones entre Maduro y la oposición «se hizo humo». E insistió en el requisito diplomático básico de que las dos partes de cualquier conflicto deben solicitar conjuntamente la facilitación externa o la mediación de las negociaciones.
«Echaré un vistazo a la carta, veré qué se puede hacer. Pero las condiciones preliminares son que ambas partes la soliciten», dijo a los periodistas, sin citar a Guaidó por su nombre.
Sin embargo, la oposición de Venezuela, liderada por Guaidó, dejó en claro que cualquier oferta de diálogo debe comenzar con la negociación de los términos de la salida de Maduro.
Docenas de países, incluidos Estados Unidos y la mayor parte de la Unión Europea, han reconocido al líder del Congreso Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, argumentando que la reelección de Maduro no fue válida. Pero Maduro, también, tiene respaldo de algunos países y tiene un control práctico sobre las instituciones, incluido el Ejército.
Maduro dijo en una declaración que envió la carta al Papa Francisco, explicando que él es profundamente cristiano tanto en la oración como en la acción.
«Le pido al Papa que haga su mejor esfuerzo, su voluntad de ayudarnos a avanzar por un camino de diálogo y con suerte una respuesta positiva», dijo Maduro.
Le preguntaron a Francisco si podría seguir los pasos de Juan Pablo II, quien ayudó a mediar en una crisis fronteriza entre Argentina y Chile por el Canal de Beagle que casi llevó a los dos países a la guerra en 1978.
Pero señaló que tanto Chile como Argentina solicitaron la intervención de la Santa Sede, y que además, hay muchos «pequeños pasos» que pueden tomarse diplomáticamente antes de llegar a la mediación real de un conflicto.