El discurso del Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha sido que “continuará esta guerra hasta la victoria absoluta”, alerta el periodista Juan Medina.
Por Juan Medina Torres.- Han pasado casi ocho meses y el fin de la guerra entre Israel y Hamas no tiene fin. Cada día que pasa aumentan las manifestaciones en diversas partes del mundo, incluyendo Chile, en favor de la causa palestina.
Hoy el mundo observa con estupor la destrucción física de Gaza y sus ciudades, el desplazamiento de su población, la falta de alimentos y la muerte de casi 36 mil personas, en su mayoría niños y mujeres, y más de 90 mil heridos.
Desde el inicio de la ocupación del territorio gazatí por parte del ejercito israelí, las Naciones Unidas han llamado a la paz y han instado a las partes en el conflicto a buscar soluciones pacíficas, lo cual ha sido ignorado por Israel. Asimismo, la ONU ha solicitado a Israel levantar el bloqueo para permitir una asistencia humanitaria a los miles de refugiados.
La semana pasada la Corte Internacional de Justicia, máximo tribunal de las Naciones Unidas, ordenó a Israel detener su asalto militar a la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja Gaza. Israel ignoró dicha orden y continuó con su ataque en dicha ciudad, donde se encuentra más de un millón y medio de personas.
Hace unos días, al menos 45 personas murieron por ataques israelíes contra un campamento de personas desplazadas. La Unión Europea y Estados Unidos protestaron por lo ocurrido y fue tanto, que Netanyahu calificó el hecho como un grave error del ejército israelí.
Lo ocurrido en los últimos días ha sido la política permanente de Israel de rechazar lo solicitado por los organismos internacionales.
Un ejemplo: el 26 de enero pasado la Corte Internacional de Justicia emitió una orden que exigía a Israel que tomara todas las medidas a su alcance para prevenir la comisión de actos susceptibles de incurrir en los tipos criminales registrados por la Convención sobre el Genocidio, velando con efecto inmediato para que su ejército no cometiera tales actos. También exigió a Israel que tomara todas las medidas necesarias para prevenir y castigar la incitación directa y pública a cometer genocidio, así como medidas efectivas que permitieran la llegada inmediata de servicios básicos y asistencia humanitaria que la población de Gaza necesita con urgencia.
Asimismo, la Corte obligaba a Israel a presentarle un informe en el plazo de un mes sobre el conjunto de medidas que haya adoptado para dar efecto a la Orden, lo cual hasta la fecha no ha hecho.
El discurso del Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha sido que “continuará esta guerra hasta la victoria absoluta” y hasta que “todos los rehenes sean devueltos”.
Todo nos indica que el plan de Netanyahu es anexar Gaza, que es territorio palestino, y desplazar a sus habitantes, desafiando el derecho internacional y bajo el argumento de que la ocupación de Gaza es una conquista defensiva.