Señor Director:
Históricamente, nuestro país y, específicamente, nuestra capital se ha ubicado como uno de los lugares más costosos para vivir en América Latina. Hay estudios que hoy sitúan ciertos barrios de Santiago como los con el metro cuadrado más caro de la región, superando a ciudades como Montevideo o Buenos Aires.
Estos precios altos han limitado las opciones de quien pretende comprar una propiedad, además de las restricciones crediticias: mayores tasas de interés y una UF que no detiene su avance. Adicionalmente, estos factores producen un efecto dominó e impactan en los precios de los arriendos. Lo anterior, principalmente por 2 causas:
La primera es una mayor demanda, -debido a que las restricciones crediticias actuales obligan a muchas personas que planificaban comprar, a continuar arrendando casas y departamentos-, y la otra está ligada al déficit habitacional que existe en Santiago que hace que la demanda sea inelástica.
Con los factores mencionados anteriormente, este año podríamos ver alzas en los valores de arriendos rondando un 15%. Considerando este escenario, el llamado es a comprar o invertir en propiedades si se tiene la capacidad financiera y de crédito ya que, a pesar de la ciclicidad, es muy poco probable que el alza se detenga y el acceso a la vivienda se haga cada vez más difícil.
Valentina Pardo