Mundo Académico

Putin y Kim Jong-un: dime con quien andas…

«Putin y Kim juntos constituyen un peligro, no recuperan su prestigio, como tampoco modifican sus objetivos, arriesgando más sanciones y aislamiento. No son buena compañía», dice el ex embajador Samuel Fernández.

Por Samuel Fernández Illanes.- Putin y Kim Jong-un se reúnen en Vladivostok (Rusia) y crecen las especulaciones.

Kim viaja en un tren blindado, como los villanos de una película. Putin lo espera, para desafiar las sanciones que pesan sobre ellos y sus países.

Corea del Norte, es el más aislado del mundo, siempre en crisis, lanzando misiles amenazantes. Putin, calificado como criminal de guerra por los cometidos en Ucrania, por la Corte Penal Internacional. Se supone que Kim proporcionaría armamentos a Putin, y éste, como fronterizo, supliría tantas carencias. Es lo visible, pero no es lo único.

Ver también:

Se apoyan mutuamente, y así lo han demostrado en las votaciones de la ONU y condenas recíprocas. Si hay ayuda de Corea del Norte, significa que Rusia no logra resultados bélicos, por sobre la propaganda, y la de Ucrania será una guerra de larga duración.

Muestra entonces que Putin requiere ampliar sus vínculos, más allá de los seguidores en otras regiones, como Irán; y en Latinoamérica, Cuba, Nicaragua, Venezuela, y las nuevas posturas de Brasil, buscando jugar un papel global, sin éxito, y en algunas oportunidades, otros, más por conveniencia que convicción. Corea del Norte, además, limita con China, de la cual vive.

Lo preocupante, es que siguen siendo impredecibles, agresivos, no confiables, con armas nucleares, y dispuestos a transgredir el sistema internacional, como lo han demostrado.

Paralelamente, Rusia necesita más adeptos y la campaña prosigue organizando reuniones, dando lo que le pidan, para terminar con la influencia occidental, con un Estados Unidos vacilante, en elecciones, y una Europa limitada a ceder armamentos, confiada en la OTAN defensiva, no ofensiva.

A pesar de todo, Putin y Kim juntos constituyen un peligro, no recuperan su prestigio, como tampoco modifican sus objetivos, arriesgando más sanciones y aislamiento. No son buena compañía.

Samuel Fernández Illanes es abogado, académico ex embajador

Alvaro Medina

Entradas recientes

Así mataron la presunción de inocencia

La manipulación de un sistema judicial con denuncias falsas revela la fragilidad de la presunción…

4 días hace

Marx y el sueño de la Tierra Prometida: una lectura secular del mesianismo

Aunque Marx rechazó la religión, su visión del comunismo como destino histórico guarda sorprendentes paralelos…

4 días hace

Los posibles escenarios que se abren con la prisión efectiva de Bolsonaro

La prisión de Bolsonaro marca un punto de inflexión en la política brasileña: entre el…

4 días hace

Mercado laboral al Debe

Bajo el peso de la inteligencia artificial, las reformas laborales y un crecimiento global lento,…

4 días hace

El corolario Trump

La imprevisibilidad de Trump como espectáculo político atraviesa fronteras y reconfigura la diplomacia de la…

4 días hace

Trabajadores condenan amenazas contra alcalde de San Bernardo

Los trabajadores de la salud de San Bernardo enviaron una declaración conjunta condenando las amenazas…

6 días hace