Por Sebastián Osorio Bunster.- Tengo en mis manos un nuevo libro del profesor Jorge Riquelme, que lleva por título Seguridad Internacional y Multilateralismo. Algunas reflexiones en tiempos pandémicos. Encontrándonos en un momento que podríamos ya catalogar como pospandemia, el texto resulta especialmente enriquecedor para comprender algunas tendencias políticas globales que radicalizó y consolidó el COVID-19, por lo que sus efectos se seguirán sintiendo durante la década. Entre estas tendencias se evidencia la consolidación de Asia –particularmente de China– como centro político económico, las diversas fragilidades del multilateralismo y, por último, el notable fortalecimiento de democracias iliberales de corte nacionalistas y populistas.
El libro recopila una serie de textos esparcidos en revistas y plataformas electrónicas de Chile y el extranjero, que intentan, desde diversos ángulos, explicar los profundos efectos del COVID-19 sobre la seguridad internacional. Como señala el autor en la presentación de la obra, “los textos que reúne este libro, escritos varios en pleno confinamiento y tal vez marcados por las contradicciones y taras propias de la vida en el encierro, pretenden entregar luz sobre un tema en pleno desarrollo, sobre el cual existen numerosas y también múltiples interpretaciones”. En ese sentido, abordar los temas de la coyuntura política, económica y social global desde la mirada de la seguridad internacional, nuca es un ejercicio fácil, pero la tarea se logra en este libro a través de un análisis pausado que recure en muchos casos a las enseñanzas de la historia contemporánea.
Ciertamente, el libro aborda numerosas materias, entregando una mirada abarcadora sobre las diversas aristas y dimensiones de la seguridad internacional, como es el caso del papel que cumple el multilateralismo, particularmente el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas; la situación de los niños en los conflictos armados, materia que vive un estancamiento que será de preocupación en los próximos años; las relaciones civiles-militares en América Latina, que experimentan una cierta militarización; el estado de la integración regional, que presencia su propia crisis de fragmentación; y las operaciones de paz, severamente afectadas en su despliegue por las realidades de la pandemia; entre otras.
Pese a la cercanía temporal, el texto cierra con algunas acertadas reflexiones sobre la agresión de Rusia contra Ucrania, hecho que ilustra de manera brutal el hilo conductor que guía el libro de Riquelme, que se relaciona con la acentuación de los conflictos internos e internacionales en el mundo, en el marco del auge de la pandemia, así como las debilidades que expresan las instituciones globales encargadas de mantener la paz y estabilidad en el mundo y, en suma, su gobernanza.
Como plantea el profesor Eduardo Carreño en el prólogo del libro, “todas estas temáticas y problemáticas reciben en las siguientes páginas un tratamiento riguroso, claro y ameno. Es el sello del profesor Riquelme, el cual ha caracterizado sus investigaciones durante varios años y que hoy nos invita a leer y releer un mundo en evidente transformación”. Coincidiendo con Carreño, me permito el atrevimiento de recomendar este libro para estudiosos de las relaciones internacionales y estudiantes universitarios, pero también para un amplio público interesado en estas materias, que muchas veces, sin saberlo, marcan la realidad y nuestra vida cotidiana día a día.
Por Sebastián Osorio Bunster es diplomático, Magíster en Política Comercial y Estrategia Internacional, Universidad de Chile.
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