El académico Juan Campos analiza la importancia de llevar un buen inventario en consultorios, hospitales y clínicas, entre otras cosas para evitar que caduquen los medicamentos.
Por Juan Campos.- Desde hace bastante tiempo en Chile, se ha ido generando un crecimiento significativo en la demanda por necesidad de atenciones y prestaciones de servicios de salud, tanto en el ámbito público como privado.
Esta situación ha sido un dolor de cabeza para el Estado y se ha visto reflejada en las distintas administraciones gubernamentales desde la llegada de la democracia.
Hay variados elementos que pueden describir la alta demanda. Estos serían, por ejemplo, el aumento en la esperanza de vida de las personas; el importante arribo de migrantes; la aparición de nuevas enfermedades y el retorno de otras que estaban erradicadas; la escasez de nuevos especialistas del área de salud; el desarrollo tecnológico; etc.
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A pesar de todo lo mencionado, se han hecho esfuerzos relevantes en la construcción y modernización de nuevos hospitales y centros de salud, en la adquisición de equipamientos que llegan a fortalecer los ya existentes, el aumento en la compra de insumos, y contratación de nuevos especialistas para la realización de distintas funciones administrativas y profesionales propias de la industria.
Esto ha conllevado, dentro de las múltiples acciones desarrolladas, a destinar tiempo, recursos humanos, tecnológicos y económicos.
De ahí la importancia y realce en la realización de un buen manejo y control de inventario de equipos e insumos, ya que esto permitirá minimizar los riesgos sobre posibles pérdidas y mala utilización de los recursos disponibles.
Como elementos distintivos que se deben considerar en las personas que serán parte y liderarán estos procesos, está la ética, expertise en el área, el compromiso en ejecutar estos trabajos de manera responsable, considerando constantemente que, al contar con un insumo y equipo, se podrá cumplir cabalmente con la extensión de algún tratamiento de salud y en algunos casos salvar la vida de una persona. Junto con ello, se debe poder contar, además, con plataformas y controles predictivos robustos presentes siempre.
Un buen control de inventario de insumos y equipos, debe tener un orden de clasificación, en lo que tiene que ver con la caducidad de sus insumos, dato importante que puede ayudar con lo que se debe usar como prioridad, teniendo en cuenta que, por lo general, los tiempos de uso de estos suministros en salud son en el corto plazo.
De esta manera, se podrán utilizar adecuadamente en los tiempos necesarios, sin ver la necesidad de desechar por la no utilización, lo que generaría pérdidas económicas y falta de stock que pueden ser evitables.
Los registros deben ser minuciosos, respecto a lo que ingresa y posteriormente sale; se deben realizar inventarios periódicos, para que tanto lo que indica la información plasmada en las plataformas o aplicaciones seleccionadas, concuerde con lo físico.
Estimar las cantidades según las demandas con lo que se debe considerar para el provisionamiento adecuado de insumos, durante el ejercicio de un año. Respecto a los equipos, se debe contar con un historial de la vida útil, mantenciones predictivas, las cuales se pueden realizar de manera mensual, trimestral, semestral o anual, todo esto dependerá de la autonomía en el uso. Estos elementos son una parte fundamental para llevar a cabo un buen control, asumiendo que todo puede cambiar en él tiempo y que lo indicado no es lo absoluto, basado en la premisa de la mejora continua.
Juan Campos Riquelme es académico de la Universidad Central de Chile