Por David López.- Según la División de Población de las Naciones Unidas, el envejecimiento de la población irreversiblemente hará que las personas mayores de 60 años se dupliquen de aquí al año 2050, envejecimiento que implica una acelerada adaptación de los sistemas de salud para responder a la gran demanda de nuevas necesidades que la población mayor genera en esta área y otras de la sociedad.
Estos cambios requieren nuevos modelos de atención que integren la prevención, la pesquisa precoz e implementación de medidas que fomenten la funcionalidad y manejo de las enfermedades crónicas no transmisibles (últimas que provocan más pérdida de calidad de vida por dolor y discapacidad, como las relacionadas al sistema musculo esquelético), cuestión que exige hoy el desarrollo de nuevos enfoques y servicios en salud que propendan al envejecimiento saludable, contención de la perdida funcional y polimedicación por dolor crónico.
Quiropraxia adquiere más relevancia
En este escenario, al igual como sucede en los países con mayor índice de desarrollo humano, en Chile la profesión quiropráctica está teniendo cada vez mayor relevancia dentro de las preferencias y alternativas de salud que la población elige para satisfacer sus expectativas individuales en salud musculo esquelética y osteoarticular.
Es una profesión que les ofrece una mayor funcionalidad por medio de sus intervenciones terapéuticas asociadas al ejercicio físico, las que requieren una menor carga de medicación y cirugías para contener, evitar y revertir la pérdida funcional, con prestaciones quiroprácticas cada vez más respaldadas por la evidencia acumulada y guías clínicas.
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No obstante, en Chile todavía existen barreras de acceso a una atención segura y pertinente para la población, esto pese a que la realidad local y experiencia internacional destacan la creciente demanda por sus servicios.
Nuestra sociedad no puede recurrir al listado de profesionales universitarios quiroprácticos del Registro Nacional de Prestadores Individuales de Salud (RNPIS) para verificar la idoneidad de los quiroprácticos, a pesar que el Colegio de Quiroprácticos Universitarios de Chile y representantes de esa profesión en el país han solicitado insistentemente a la autoridad sanitaria y al propio legislador que regule en esta materia para garantizar la seguridad y calidad en atención quiropráctica.
Para su desarrollo, la profesión quiropráctica se ha centrado en la prestación de servicios a la comunidad mediante un modelo de atención directa y de primer contacto a nivel primario.
Con ello, el crecimiento de la demanda por sus prestaciones profesionales se ha consolidado y las familias no dudan en considerar dentro de sus alternativas de atención el recurrir a sus servicios cuando presentan trastornos y/o dolencias musculo esqueléticos y de columna, cuestión que demanda con urgencia que se releve y oficialice su rol en salud pública.
Así, se permite que esta profesión pueda interactuar coordinadamente con sus pares especialistas médicos y el resto del equipo de salud en beneficio de las personas, en especial en adultos mayores en donde la complejidad y co-morbilidades demandan una acción sanitaria eficaz, segura e integral.
David López es director del programa de Quiropraxia en la U. Central