Señor Director:
“El objetivo de la argumentación, o de la discusión,
no debe ser la victoria, sino el progreso”. Joseph Joubert.
Carabineros de Chile desde la dictadura cívico-militar encabezada por el genocida Pinochet, se ha convertido en un cuerpo policial peligroso para la sociedad chilena. Sus actuaciones van desde abusos contra particulares, pasando por fraudes al fisco hasta llegar a las mutilaciones y el homicidio. Sin duda, una auténtica policía del terror actuando en completa impunidad. El 27 de abril de 1927, bajo la presidencia del reconocido masón Carlos Ibáñez del Campo, se funda el Cuerpo de Carabineros, hoy Carabineros de Chile.
Para el pensar de las elites políticas de la época, Carlos Ibáñez buscaba crear una especie de “guardia pretoriana” al entregar el monopolio de la fuerza policial al Gobierno Central. No muy distinto a lo que ocurre hoy en día con el actual gobierno de Piñera. La finalidad última de las fuerzas policiales – al igual que todas las FF.AA.– a través del curso de la historia de la humanidad no ha sido otra que la de estar al servicio del poder, del poder de las élites financieras que controlan el mundo y los países.
Las fuerzas policiales son simplemente el brazo operativo de las oligarquías financieras para imponer su fuerza sobre las masas condicionadas y sometidas. Así ha quedado demostrado a través de la historia de la humanidad. Algunos ejemplos son:
Pensar en la actualidad en una reforma a Carabineros es una utopía. Es llegar a pensar que el ser humano es bueno por naturaleza, cuando en definitiva la naturaleza humana es, según el Neurofilósofo de la Universidad de Oxford, el Dr. Nayef Al-Rodhan, egoísta, amoral y emocional.
Las fuerzas policiales se mueven según el Thumos griego, esa parte irascible o espiritosa que señala Platón en su obra la República, para referir a su división tripartita del alma, de la cual se desprenden tres tipos de hombres:
Estos tres principios organizados jerárquicamente son el reflejo macrocósmico del alma: aquellos que aman la sabiduría; aquellos que aman la victoria; aquellos que aman el lucro. Aquellos que aman el lucro, vale decir, los dueños de las finanzas –locales y mundiales-, motivados por su naturaleza egoísta, emocional y amoral, han financiado, controlado y manipulado durante toda la historia de la humanidad a los hombres que se mueven motivados por el afán de la victoria y, que por su naturaleza, se encuentran privados de la virtud propia del alma racional: la sabiduría o prudencia (sophia o phronesis). Dominar las emociones de los hombres motivados por el Thumos es relativamente fácil, pues al carecer de la virtud del intelecto no pueden controlar otros dos aspectos como lo son las emoción y la empatía. De ahí que su actuar sea como el del cíclope Polifemo.
Suele decirse que se ingresa a las fuerzas policiales por tres motivos:
Teniendo presente estos tres motivos, se hace casi imposible pensar en una reforma efectiva e inteligente a Carabineros, ya que el Thumos y la falta de su virtud controladora Andreia, sumada a la falta de Sophrosiné, la virtud controladora de la Epithumia, impide reformar una institución que ha sido manoseada desde su fundación.
Para reformar una policía, cualquiera que fuese, se requiere de hombres motivados por Nous – los pensadores –, sin embargo y tristemente, éstos han sido desplazados, discriminados, incomprendidos e inclusive perseguidos por una humanidad ciega, sorda y torpe, que se ha permitido ser gobernada por quintrales motivados por Epithumia. De esta forma la política, lejos de ser el arte de gobernar con justicia y equidad, se ha convertido en el arte de los hipócritas para vivir de la ignorancia de la gente, y así mientras exista una elite de quintrales hipócritas en el poder político, los guardianes de la ciudad (Thumos) seguirán siendo manipulados en su ignorancia por aquellos hombres de naturaleza concupiscible o apetitiva: Epithumia.
Las elites financieras que compran, controlan y manipulan el poder político y las policías a nivel mundial, no requieren de fuerza pensante, sino de fuerza bruta que actúe por instinto y sumisión, entre menos pensante sea una policía, mejor será para los quintrales detentadores del poder financiero. Una buena, eficiente, eficaz y perfecta policía debe siempre y en todo momento ejecutar, jamás nunca pensar. Su accionar debe ser en función de estímulo-respuesta, propio del condicionamiento clásico demostrado por Iván Pávlov.
Empero lo anterior, no es menos cierto que existen ciertas policías a nivel mundial que progresivamente han ido incorporado en su genética institucional aspectos propios del alma racional, cultivando así virtudes controladoras tales como sophia o phronesis, caso chileno es el de la Policía de Investigaciones (PDI).
Siguiendo el neologismo acuñado por Richard Dawkins en su obra «El gen egoísta» (1976), el actual meme de Carabineros, es decir, su unidad teórica de información cultural transmisible de un individuo a otro, de una generación a la siguiente, y de una mente a otra, hace que actualmente resulte una perfecta utopía el pensar en una reforma a Carabineros de Chile, sin pensar y tener presente la naturaleza e influencia de Thumos y Epithumia, y la falta de Nous, presentes en la República de Platón.
Lo cierto es que dada la actual capacidad intelectual y moral de las fuerzas de Carabineros de Chile, se hace imposible una reforma institucional, pues en sus integrantes se hace del todo aplicable la máxima grabada en la Universidad de Salamanca: “Quod natura non dat, Salmantica non praestat”.
Carlos Francisco Ortiz
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