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Jaime Galté Carré: el más grande paragnosta chileno

Por Sergio Salinas Cañas.- En el ámbito de la Parapsicología se llama paragnosta al individuo dotado de facultades paranormales, palabra sinónimo de sensitivo, médium, psíquico. Uno de los más grande a nivel mundial, por la cantidad de facultades que tenía, nació en Chile un 24 de mayo de 1903, Jaime Carlos Enrique Antonio Galté Carré.

Al respecto, el profesor de Psicología Evolutiva, Arturo Piga Dacchena en su libro “La Parapsicología un enigma” (1976) hace referencia en el Apéndice a Jaime Galté. Piga se pregunta: “¿Es posible tener la competencia necesaria para actuar en el campo de la medicina sin un largo período de formación sistemática como lo permite el ejercicio profesional específico, esto es, la labor hospitalaria y la atención de la consulta, el desempeño de una cátedra especializada y la pertinente investigación en el laboratorio? Nada de esto correspondía a las funciones profesionales ordinarias que tuvo Jaime Galté como abogado y distinguido funcionario, ajeno al ejercicio de la medicina. Esta circunstancia, sin embargo, no le impidió sugerir diagnósticos o tratamientos dignos de ser considerados como milagrosos. El prestigio de Jaime Galté, profesor de la cátedra de Derecho Procesal en la Universidad de Chile, comenzó a consecuencia de un sueño que corresponde a la época en la cual abandonó el puerto de Iquique para trasladarse a Santiago con el propósito de realizar estudios universitarios. Personalmente le escuché que el día 23 de mayo de 1921 vio en sueño a su padre, muerto tres años antes, quien le comunicó que un amigo suyo debía entregarle dinero y algunos objetos de uso personal. Sueño que se cumplió en los más mínimos detalles”.

Destacados médicos cuentan que Jaime Galté acudía a “escondidas” a el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, el J. J. Aguirre, invitado por algunos de ellos y diagnosticaba aquello que las radiografías, el examen clínico y laboratorio no hacían diagnosticable en algunos pacientes, señalando en ocasiones desconocidas terapias en etapa experimental. Sus diagnósticos y tratamientos en “trance” eran certeros y asombrosos para el dogma lineal médico. Una firma se reiteraba, la del médico Eric Halfanne, muerto en Bolivia en 1905. Además, estos profesionales narraban que su sola presencia irradiaba un aura de bienestar que tranquilizaba y relajaba el entorno.

Magda Faludi, en un artículo titulado Jaime Galté: ¿Mensajero de otro mundo?, sostiene que de acuerdo a “Einstein, Rieman y Planck, entre otros sabios, nuestro Universo es multidimensional, cuántico y relativo. En él, en otros puntos, nuestro presente está por ocurrir; en otros mundos, nuestro pasado es futuro. Parece un lenguaje hermético, pero es el de la ciencia, cuyos pasos la van haciendo bordear los lindes de lo esotérico. De hecho, debe recordarse que la fórmula de su teoría de la relatividad la escribió Einstein al despertar. ¿Tal vez le fue “revelada” en sueños…?”.

La periodista agrega que llamamos “paranormal” a aquello que escapa a nuestras posibilidades de comprensión y a la capacidad de nuestros sentidos, pero cuyas manifestaciones, a fuerza de reiteradas e impresionantes, obligaron a actuar a la ciencia. Así, en 1930, nació en Estados Unidos el Laboratorio de Parasicología de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte. Hoy, sólo en Estados Unidos hay no menos de cuarenta colegios y universidades que trabajan en este terreno. En Europa se distinguen la Universidad de Utrecht, en Holanda, con el célebre profesor Tenhaeff a la cabeza; la cátedra de Friburgo, en Alemania, dirigida por el doctor Bender; la de Bolonia, Italia, dirigida por el doctor Servandio; la Universidad de Jaipur, en la India; el Instituto Metasíquico de París. Centros importantes hay en Londres, Praga, Varsovia y Moscú. En América, la Universidad de Anchieta, en Brasil, y la Universidad Litoral, en Argentina.

En Chile, el abogado Jaime Galté, el médico Brenio Onetto y Eduardo Chiorrini, entre otros destacados profesionales y académicos fundaron la Sociedad de Parapsicología de Chile en 1962.

Al tema de la mediumnidad por sicografía, se sumaba la facultad de la sicofonía, la que se da cuando el médium recibe los mensajes y los transmite instantáneamente a través de su voz, la mayoría de las veces adopta una voz que no es la suya y se atribuye a otra entidad o espíritu.

A través de esta facultad se dio a conocer una entidad que se incorporaba, que se hacía llamar Lowe. Este espíritu, maestro ascendido, nunca se manifestó por la escritura, sino que por la voz. Cuando Galté caía en trance, hablaba con una voz con acento “agringado” y en un tono muy suave y bondadoso. Nunca se supo exactamente quién era y los que lo escucharon pensaban que podía ser un filósofo, un místico o un humanista inglés. Algunos pensaban que usaba ese nombre para entregar un mensaje de amor (love). Los días domingo se reunía en casa de Jaime Galté un grupo de personas de alto nivel intelectual, la mayoría profesionales pertenecientes al Grupos Martinista, para escuchar las enseñanzas de este personaje y para hacerle preguntas, pues aceptaba entrar en diálogo con ellos. Estas sesiones con Mr. Lowe fueron tomadas taquigráficamente y fueron publicadas en dos libros cuyos nombres son: “Ante el Umbral”, “En el umbral”, “El Escarabajo sagrado” y de reciente publicación “Lecciones de la Divinidad para un mundo actual”. Estos mensajes están llenos de espiritualidad y gracias al aporte del Grupo Martinista que ahora lleva el nombre de Jaime Galté, les comparto esta canalización inédita en conmemoración del cumpleaños de este destacado profesional, académico y jamás cobró dinero por ayudar con sus facultades a los demás.

(…) Esto es lo que os pasa. ¿Acaso el lirio de los campos no tiene más colores, joyas y vestidos que todas las reinas reunidas? como lo dijo Salomón. Pero ellos, los lirios, cuyos pétalos no igualan ninguna tela por riquísima que sea, ni sus colores pueden ser imitados, ni sus formas igualadas, estos lirios mantienen en el egoísmo estas riquezas o hacen oferta espontánea y general para todos los seres de la naturaleza, sea recreándolos o alimentándolos y con qué resignación mueren cuando llegan los hielos fríos, duros e implacables del invierno. Porque ellos saben que se han desvanecido estas formas riquísimas, pero han dejado en lo espiritual, en los ojos de un poeta o pintor la forma y colorido, aunque hayan desaparecido.

Engalanaos, queridos hermanos, con los dones que os ha dado el Creador, más, no atesoréis estos dones sino para exhibirlos a los poetas y pintores y a todos Maestros semejantes, como un destello impresionante de Espiritualidad, para que no se olviden nunca, aunque desaparezcan vuestras galas. Quien haga eso, pequeños o grandes, habrá alcanzado la Espiritualidad.

¡Ay! de aquellos que impresionan por sus galas y que son cortados como los lirios para morir en un florero y que los poetas y pintores denominan naturalezas muertas. Porque a esos se refería Jesús cuando dijo: “Dejad que los muertos entierren a sus muertos”. Más, los que extraen de las formas materiales incluso la Espiritualidad, esos nunca mueren. Qué gracia sería, queridos hermanos, sacar Espiritualidad de la Espiritualidad. No haríais más que entregar lo que no habéis ganado. Más es gracia los que de la propia materialidad han sacado Espiritualidad, han permitido que los ojos opacados de los demás se abran para ver Espiritualidad.

La Sociedad Científica de Parapsicología de Chile fue fundada nuevamente en 2017 por destacados abogados, médicos, ingenieros, y académicos chilenos.