Señor Director
Con los años, el Día Internacional de la Mujer ha logrado una importancia transversal, debido a la evolución de la sociedad y creciente demanda por alcanzar valores como la equidad y la igualdad de oportunidades. El mundo del trabajo es uno de los ámbitos en que mayores desafíos se deben alcanzar, y de acuerdo con un estudio global realizado a líderes consolidados y emergentes, los millennials se muestran confiados en que serán ellos la generación que logre la equidad plena, aunque consideran que dicho objetivo tomará al menos 20 años.
Uno de los grandes obstáculos en el trabajo es la presencia de una arraigada cultura masculina, la cual es independiente del género de la persona y que obliga, en un primer nivel, a tener conversaciones orientadas a sincerar prejuicios, miedos, estereotipos pues todos ellos, en su conjunto, condicionan patrones de relacionamiento que se han normalizado y, por tanto, no se percibe que las organizaciones tengan la tarea de mirar la forma en que se relacionan.
Para conseguir la equidad no basta con establecer un programa, ya que por sí solo puede no ser efectivo. En este sentido, resulta clave partir con un diagnóstico de cultura corporativa para conocer qué se opina y siente en relación a la diversidad y conocer el nivel de adhesión y/o resistencia frente a procesos inclusivos.
Este Día Internacional de la Mujer es una oportunidad para reflexionar en torno a la sociedad que queremos vivir y la invitación es a partir con conversaciones sinceras y respetuosas respecto a lo que nos pasa al hablar de equidad de género y luego establecer compromisos para el desarrollo de una cultura inclusiva sostenible.
Anabella Capetillo
Asistente social
Gerente de Diversidad e Inclusión de ManpowerGroup Chile