Por Claudio Arzola.- En un 2020 bastante turbulento para la humanidad producto de la pandemia, al parecer nos olvidamos del activismo en contra el cambio climático acelerado por el efecto de los gases de efecto invernadero, sobre todo del desarrollado por parte de las voces jóvenes que habían tomado gran fuerza hasta la organización de la cumbre de la COP25, que se celebraría en Santiago, en noviembre 2019, pero que fue trasladada a Madrid producto del estallido social en Chile.
¿Simplemente nos olvidamos del cambio climático y sus graves consecuencias?, ¿Qué tanto se toma en cuenta el activismo de la juventud por proteger a nuestro planeta?
Greta Thunberg, activista sueca que a sus 16 años en la Cumbre para la Acción Climática en Nueva York el 2018, dijo: “Ustedes se han robado mis sueños, mi infancia, con sus palabras vacías, y aun así yo soy una de las afortunadas. La gente sufre, la gente muere y hay ecosistemas enteros que están colapsando. Estamos al principio de una extinción masiva y ustedes solo hablan de dinero y de cuentos de hadas de eterno crecimiento económico. ¡Cómo se atreven!”, exclamó airada.
“El cambio climático y la degradación del medio ambiente socavan los derechos de todos los niños. Las personas menos responsables del cambio climático son ellos; sin embargo, ellos sufrirán las peores consecuencias. Esta es la primera vez que toda una generación de niños crecerá en un mundo que se ha tornado mucho más peligroso e incierto a consecuencia del clima cambiante y la degradación del medio ambiente”, estableció la UNICEF.
A su vez, una encuesta de la agencia de comunicación global Hotwire afirmó que “si tu hijo tiene entre 7 y 10 años, es probable que esté más preocupado por el cambio climático que tú”. Es una de las principales conclusiones del estudio “Entendiendo a la Generación Alfa”, según el cual el 95% de los nacidos a partir del 2010 tienen una mayor conciencia del medio ambiente, frente al 57% de los millennials.
En la consulta aparecen cuatro temas, como los más importantes para ellos: “Mantener a los niños seguros en las escuelas”, “Que todo el mundo tenga suficiente comida”, “Que todo el mundo sea tratado de manera igualitaria independientemente de su origen” y “Cuidar del medio ambiente”.
El 95% de los niños de la Generación Alfa apunta que “Cuidar el medio ambiente” como uno de los temas de máxima importancia. La Asociación Americana de Psicología ha definido la conducta de los más pequeños como “ecoansiedad”. El 38% de la Generación Alfa piensa que es muy importante reciclar, frente al 22% de los millennials.
Por lo tanto, es indispensable crear una corriente pensante y ejecutante desde las nuevas generaciones, a través de la educación en los colegios, tanto privados como públicos. Incentivar a los niños y los jóvenes a aprender el como se puede cambiar los hábitos actuales por quema de combustibles fósiles que generan energías altamente contaminantes, que ha creado una distopía en cuanto a nuestro futuro en el planeta, el cual será oscuro e inevitablemente perdido como en las películas apocalípticas hollywoodenses.
Dejar de utilizar el conformismo como algo que no se puede cambiar, porque es eso lo que quieren las grandes corporaciones y países, dueños de los combustibles fósiles, haciéndonos creer que no se puede diversificar a energías más limpias, como la del viento y el sol, y de esta forma destronar el monopolio que ellos poseen. Que nos está llevando a un abismo sin retorno del aumento en la temperatura en la Tierra y todas sus graves consecuencias. La juventud actual tiene la voz y el derecho por un futuro mejor.