“En todos los casos denunciados, los partidos políticos no han emitido ninguna declaración asumiendo su responsabilidad, porque fueron ellos los que en las elecciones pasadas seleccionaron y prepararon a los candidatos”, señala el periodista Juan Medina.
Por Juan Medina Torres.- Faltan nueve meses para la realización de las elecciones municipales que están fijadas para el domingo 24 de octubre y obligatoriamente deberán votar todos los mayores de 18 años.
La clase política, representada en los diversos partidos y movimientos, ya empezó el ritual que cada cuatro años se repite de igual forma, es decir, buscando la fórmula para competir.
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Los partidos oficialistas acordaron competir unidos desde la Democracia Cristiana hasta el Partido Comunista, mientras que la oposición coincide en que las perspectivas de éxito electoral aumentan si van unidos. Por lo tanto, no se nota ninguna diferencia. Ambos sectores tienen claro que para competir se tienen que unir.
Luego viene el trabajo político con la selección y preparación de los candidatos y candidatas, lo que implica, según dicen los dirigentes, realizar un análisis exhaustivo de los antecedentes de los postulantes.
El tema es que los chilenos ya conocemos todo eso y la disputa por los gobiernos comunales. Lamentablemente también conocemos los resultados de los hombres y mujeres que resultaron elegidos en la pasada elección de 2020: también eran los más probos, los más idóneos, los más preparados.
Sin embargo, hoy, más del cincuenta por ciento de las municipalidades se encuentra con diferentes denuncias de delitos de fraude y malversación, los cuales están siendo investigados por los tribunales de justicia, Consejo de Defensa del Estado, Contraloría General de la República y el Ministerio Público.
Son miles de millones de pesos que las autoridades municipales restaron a los presupuestos de desarrollo comunal en perjuicio de la comunidad que no pudo acceder a una mejor calidad de vida.
Los alcaldes y alcaldesas investigadas accedieron al cargo mediante elecciones populares que son parte de la democracia que nos rige. Pero al sentarse en el sillón edilicio usaron el gobierno comunal y su presupuesto para aumentar fraudulentamente su riqueza particular olvidando a quienes decían representar.
Y los partidos políticos, ¿qué dicen? Curiosamente, en todos los casos denunciados los partidos políticos no han emitido ninguna declaración asumiendo su responsabilidad, porque fueron ellos los que en las elecciones pasadas seleccionaron y prepararon a los candidatos y candidatas elegidos, y que hoy se encuentran cuestionados, pese a que -al igual que hoy- nos dijeron que cada candidato y candidata había sido sometido a un exhaustivo examen de cualidades y antecedentes para ejercer el cargo.
Lo anterior muestra la falta de autocrítica de la clase política ante los actos de corrupción en los gobiernos comunales todo lo cual genera indignación y deteriora la democracia.
Por ello cabe la pregunta: las próximas autoridades municipales que se elijan el 24 de octubre, ¿tendrán el decoro y la dignidad del cargo?