Por Felipe Guevara.- La ciencia es una parte crucial del desarrollo de un país. A través de la investigación y el desarrollo científico, los países pueden avanzar en áreas cruciales que contribuyan al bienestar social y a un desarrollo sostenible, esto es, calidad de vida en conjunto con el fortalecimiento de la economía.
Por lo tanto, es vital que los actores del sistema (gobiernos y privados) destinen un presupuesto adecuado para la generación de conocimiento, buscando el equilibrio en la balanza de los aportes. Esto permitirá a los científicos y a los investigadores realizar su trabajo de manera efectiva y contribuir al desarrollo del país. Además, esto puede desencadenar otras externalidades positivas, como es el atraer y retener a los mejores talentos en el campo de la ciencia. Con más científicos trabajando en el país, se pueden lograr avances aún mayores en cada una de las disciplinas.
El presupuesto de ciencia es una inversión en el futuro de un país, y no se deben esperar resultados de corto plazo. Sin embargo, podrían acelerarse con una mayor participación privada. Hoy celebramos la aprobación de un presupuesto inédito en Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación para el 2023, con un aumento de un 9.6%. Sin embargo, este aporte aún nos mantiene bajo el 0.4% del PIB y lejos del 1% que avizoramos como meta. La balanza de los aportes aún se inclina hacia el estado.
Felipe Guevara es subdirector de Investigación de la Universidad Central
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