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Una atención de salud integral

Juan Medina T.- Al iniciar el año experimenté mi primera experiencia de atención en un hospital del Estado, donde me hicieron sentir que yo, cotizante de FONASA, era  una persona con derecho a la salud, con poder de discernimiento sobre el tratamiento médico que se me estaba aplicando y, en definitiva, respetando mi dignidad y otorgándome una atención de salud  integral de calidad.

Relato esta experiencia sobre mi estadía en el Hospital El Carmen de Maipú, porque considero importante dar a conocer los innegables avances en la atención de los adultos mayores que muestra este establecimiento, a través de su unidad de geriatría. Médicos, enfermeras, psicólogos, nutricionistas, terapeutas ocupacionales, kinesiólogos y tecnólogos médicos otorgan una atención médica integral, mediante un modelo de gestión que permite incrementar las capacidades y eficacia del personal.

Es cierto que la salud pública y privada tienen innegables deficiencias. Así lo reconoce el programa de salud 2018-2022 del Ministerio de Salud, el cual señala que “más de tres cuartas partes de la ciudadanía no está satisfecha con la gestión gubernamental en salud y existen razones fundadas para ello. Hay una fuerte sensación de desprotección frente a las enfermedades graves. Las listas de espera han aumentado fuertemente durante la actual administración, llegando a casi 2 millones de compatriotas que esperan por una atención de salud, situación que es especialmente grave en el caso de las listas AUGE, que han aumentado más de un 80%, y las cirugías no asociadas al AUGE, que han aumentado más de un  40%. En las Isapres los reclamos van por el lado de las alzas de precios de los planes de salud, la baja cobertura, las preexistencias y el acceso restringido a centros de salud”

Una salud digna es una de las demandas sociales prioritarias que estudia la Asamblea Constituyente, pensando que la nueva carta magna debe considerar el Derecho Constitucional a la salud integral, de calidad y universal.

El Colegio Médico, como una contribución al proceso constituyente, entregó un documento titulado «Once elementos a considerar en la nueva constitución, desde una perspectiva sanitaria” donde señalan cuáles son los principios que deben orientar el derecho a la salud en una nueva Constitución, destacando:

  1. Universalidad: Este principio es determinante particularmente en el acceso y cobertura de las prestaciones, nadie debe privarse de acceder a servicios de salud debido a su capacidad de pago.
  2. Solidaridad: las personas deben contribuir al sistema de salud según sus posibilidades. De esta forma, las personas sanas y con capacidad de aportar deben hacerlo, para que cuando ellas u otras enfermen o se encuentren en una situación carencial, puedan recibir las acciones que sean requeridas.
  3. Integralidad: las acciones de salud deben ser articuladas, coordinadas y coherentes.
  4. Equidad y no discriminación: todos los ciudadanos deben ser amparados igualitariamente ante una misma contingencia y no debe existir discriminación bajo ningún parámetro. Esto requiere incorporar transversalmente la perspectiva de género.
  5. Eficiencia, y sustentabilidad: las acciones de salud deben buscar lograr los mejores resultados con los recursos asignados por la sociedad, y tener una perspectiva preventiva y de largo plazo que tienda a fortalecer la capacidad de respuesta frente a riesgos sanitarios y estados de enfermedad.
  6. Participación: El Estado debe facilitar que la sociedad civil se involucre en las políticas y acciones de salud.

Sin duda, estos y muchos más los desafíos que como país tenemos para avanzar en el tema de la salud.