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Vaticano versus Trump: las razones de la defensa a los migrantes

ElPensador.io.- El Vaticano dio un giro comunicacional frente a la crisis de confianza tras la avalancha de acusaciones de abusos sexuales contra el clero en las que sus propias reacciones han sido erráticas. Ahora el Papa Francisco parece haber encontrado una cruzada en la que enfocar la atención de los católicos y, así, recuperar parte de la credibilidad perdida. Y qué mejor que enfrentarse a un adversario como Donald Trump en su empeño nacionalista y antiinmigrantes.

El pontífice declaro que estaba dispuesto a decirle en persona al Presidente de los Estados Unidos que está mal construir muros fronterizos y advirtió que no reanude una política de separación de familias.

En una amplia entrevista televisiva con Televisa de México, el Papa también rechazó las críticas de los católicos romanos ultraconservadores que lo llaman hereje.

Aunque no es la primera vez que criticas las políticas migratorias de Trump, Francisco fue ahora más agudo: «No sé qué está pasando con esta nueva cultura de defender territorios construyendo muros. Ya conocíamos uno, ese (uno) en Berlín, que trajo tantos dolores de cabeza y tanto sufrimiento», dijo.

«Separar a los niños de sus padres va en contra de la ley natural, y esos cristianos … no pueden hacerlo. Es cruel. Es una de las crueldades más grandes. ¿Y para defender qué? Territorio o la economía de un país o quién sabe qué «, dijo, y agregó que tales políticas eran «muy tristes «.

Al preguntarle si le diría a Trump lo mismo en su cara si el presidente estuviera sentado frente a él en lugar del reportero, el Papa dijo: «Lo mismo. Lo mismo porque lo digo públicamente… incluso he dicho que aquellos que construyen muros terminarán siendo prisioneros de los muros que construyen «.

Trump y el Papa se reunieron en 2017 en el Vaticano. La política migratoria fue un tema en esa ocasión. Pero tras el encuentro, el líder estadounidense ha reforzado las medidas que impiden la entrada de migrantes, incluyendo la instalación de verdaderos campos de concentración para menores.

El tomar postura sobre este tema podría reunificar a la Iglesia Católica latinoamericana (una de las más golpeadas en confianza por los casos de abuso sexual) y también al clero estadounidense, que tiene una urgente necesidad de rearticulación tras varios descabezamientos de cardenales clave debido a escándalos por pedofilia de sacerdotes y prelados.

Pero hay una lectura lateral de la postura anti Trump del Vaticano, y se enmarca en la rivalidad con China. No es menor que en septiembre del año pasado la sede de la Iglesia Católica y Beijing firmaran un acuerdo histórico y trascendental que otorga al poder político chino una autoridad inédita sobre la religión cristiana, al punto que se le permite al Ejecutivo chino una cuota de nombramiento de obispos.

Es improbable que esa alianza de haya limitado a una cuestión puramente de aceptación de cultos en territorio chino y podría interpretarse que la disputa valórica por el tema migratorio es parte de esa lucha de poderes entre China y EEUU.