Sr Director
La diversidad y la inclusión son una ventaja competitiva para las empresas. Estudios recientes demuestran que aquellas compañías que deciden dar el paso y apostar por distintas maneras de pensar, con distintos antecedentes culturales, vivencias y habilidades, facilitan el surgimiento de mejores ideas, que las hacen más innovadores, se adaptan mejor a los cambios, logrando atraer y retener mayor talento y empatizar más con sus clientes.
Sin embargo y pese a que la Ley de Inclusión Laboral está vigente en Chile desde 2018, las urgencias provocadas por la pandemia, especialmente, la adaptación al trabajo remoto y el cuidado de la salud de los colaboradores mantuvo ocupadas a la mayoría de las empresas. En muchos casos, la necesidad de resolver estos problemas se priorizó por sobre los asuntos vinculados a la diversidad e inclusión.
Las empresas tienen hoy la oportunidad de marcar la diferencia y avanzar hacia una cultura inclusiva, permitiendo que la diversidad e inclusión sean los pilares de su recuperación. Es en este contexto que los trabajos transitorios, así como las prácticas laborales de verano facilitan iniciar este desafiante camino.
Los trabajos por períodos acotados permiten a las empresas probarse así mismas, derribar mitos y comprobar que es posible trabajar de manera efectiva con personas en situación de discapacidad. Y por el lado del candidato, les facilita acercarse al mundo laboral con menos ansiedad, conocer una función o una industria específica, sabiendo que será por un tiempo específico. En el caso de los más jóvenes, como para muchos es su primer trabajo, agradecen la posibilidad de ser entrevistados, ya que la valoran como una experiencia formadora.
Paulo Alarcón
Terapeuta Ocupacional en HR Buró.